LA PLATA (Medios digitales). Un ingeniero que había sido condenado a catorce años de prisión por abusar sexualmente de sus hijos de cinco y seis, y que después fue beneficiado con un arresto domiciliario que provocó una fuerte reacción, ahora resultó absuelto, según publicó ayer el matutino porteño Clarín. El Tribunal de Casación revisó el fallo original y evaluó que, por el beneficio de la duda, el hombre debe quedar libre de culpa y cargo.El proceso ya estaba teñido de polémica aún antes de este dictamen. Es que, hace poco más de un año, la Sala III de la Cámara Penal de La Plata le otorgó al ingeniero la posibilidad de cumplir la condena en su casa. Argumentó que el imputado “siempre colaboró con la acción de la Justicia” y valoró el “buen concepto social” del que supuestamente gozaba, a partir de una carta firmada por 714 amigos, familiares y compañeros laborales. “Parece que existe una Justicia para ricos y blancos”, se quejó entonces quien fuera el fiscal del juicio, Gabriel Sagastume, en alusión al buen pasar económico de este vecino de City Bell.La denuncia, el casoTodo comenzó en 2005, con una denuncia de la ex esposa del acusado. El juicio de divorcio entre ambos estableció un régimen de visitas con los hijos. A las dos semanas, la mujer dijo haber advertido situaciones extrañas en los nenes luego de cada estadía con el padre. Empezó un largo proceso y, en 2010, se produjo la condena.Pero ahora, tras las apelaciones, la Sala II del Tribunal de Casación bonaerense resolvió “cesar la sentencia condenatoria y absolver sin costas” al ingeniero, asistido por el abogado Ramiro Pérez Duhalde.Los camaristas consideraron que en la condena “no quedaron plasmadas objeciones y solicitudes de la defensa”. Además, cuestionaron que “los relatos de los niños sobre supuestos abusos son valorados como creíbles sin cuestionamiento alguno ”. Es que los chicos relataron ante los jueces los abusos pero uno de ellos admitió, por ejemplo, que sabía lo ocurrido “porque me lo contó mi hermano’”.En la revisión del fallo, los jueces Federico Domínguez y Ricardo Borinsky (el tercero, Jorge Celesia, votó en disidencia) cuestionaron los informes médicos realizados a los menores porque no dejaron en claro la existencia del abuso: “La conclusión del informe es arbitraria, infundada y contraria al rigor técnico ”.Conocida la decisión judicial, las abogadas de la denunciante plantearon su disconformidad y advirtieron sobre eventuales irregularidades.En el litigio hubo pericias contradictorias. Algunos médicos constataron lesiones “compatibles” con una violación y otros las descartaron. En 2010 el expediente llegó a juicio oral y allí los chicos (entonces preadolescentes) declararon. Los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Carmen Palacios, por unanimidad “y por sincera convicción”, dispusieron la condena. Valoraron como agravantes “la formación académica universitaria del imputado, los daños irreparables provocados sobre las víctimas y la reiteración de casos ”.El ingeniero recién fue preso ese día. Ya había formado otra familia, con una mujer que tenía una hija adolescente. Ambas fueron testigos en el juicio.Arresto domiciliarioA pesar de la condena, mantuvo su puesto de trabajo en una empresa de servicios públicos. Cuando le concedieron el arresto domiciliario trabajó desde su casa en City Bell. “Estuvo más de un año encerrado ahí. Nunca salió ni a comprar el diario”, dijeron al matutino porteño fuentes de su entorno. Y a fines de 2010 fue padre por tercera vez, ahora con su nueva pareja.El caso aún tendrá nuevas instancias en la Justicia: el fiscal de Casación, Fernando Galán, tendría decidido apelar ante la Corte.Cabe recordar que las abogadas que patrocinaron a la mujer que denunció por abuso a su ex esposo denunciaron “irregularidades” en el proceso que terminó con la absolución del ingeniero por parte del Tribunal de Casación.




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