LA HABANA, Cuba (AFP-NA). El gobierno de Colombia y la guerrilla marxista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) volvieron a la mesa de negociaciones ayer en La Habana, un día después de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos (foto) declarara que los rebeldes deberán entregar las armas para alcanzar la paz.“Reasumimos las conversaciones con mayor disposición de avance (…) y confiamos en que la delegación gubernamental vendrá con el mismo ánimo y disposición”, dijo el comandante Pablo Catatumbo, de la delegación de las FARC, momentos antes de reanudarse las pláticas.La delegación del gobierno, encabezada por Humberto de la Calle, no habló con la prensa a su llegada al Palacio de Convenciones de La Habana, sede del diálogo, pero el martes Santos reiteró su llamado a “cambiar las balas por los votos”, y advirtió que esto “significa la entrega de las armas”.En esta novena ronda ambas partes intentarán cerrar el primero de los cinco puntos de la agenda, el tema agrario, antes de pasar al segundo punto, la participación política. Los otros temas en discusión son drogas ilícitas, abandono de las armas y las víctimas del conflicto.




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