Eldorado. El barrio Nueva Santa Rosa de Lima está ubicado a menos de un kilómetro de la ruta 12 y comprende un área de aproximadamente 150 hectáreas habitado por cerca de 120 familias con un alto porcentaje de pequeños productores que a través de la comercialización de verduras, hortalizas, y la producción a pequeña escala de subproductos (como por ejemplo almidón de mandioca, o diversos dulces o conservas) se ganan el sustento diario.De estas 120 familias apenas un 20% dispone de los servicios básicos de suministro eléctrico y agua potable y el argumento esgrimido para no brindarles esos servicios es que la tenencia de la tierra no está dada en forma regular.Cansados de promesasPRIMERA EDICIÓN asistió a una reunión que realizaron los vecinos del barrio en el galpón biblioteca ubicado junto a la escuela. Esta escuela, la 851, fue construida en su totalidad por los padres y concurren a ella alrededor de 100 niños.Ana Mieres y Elba Rivas, vecinas e integrantes de la cooperativa que también conformaron para vender sus productos, explicaron que: “Nuestra mayor problemática es el tema de las tierras, algunos en este barrio llevan más de quince años viviendo. La gran mayoría de los vecinos no disponen de luz ni agua, son necesidades básicas, y hablo de por lo menos 80 familias que no tienen esos servicios, el acceso al agua es un derecho humano y acá con el argumento de que no tenemos los papeles de la tierra no nos garantizan nuestros derechos”.Las mujeres que estuvieron al frente de la reunión en el galpón hablaron con este Diario y contaron cuáles son las principales necesidades y los problemas que deben enfrentar por la falta de agua potable:¿Hace cuánto tiempo que vienen bregando por la tenencia regular de las tierras y los servicio de agua y luz?Ana Mieres: “Nosotros desde el año 2002 que venimos realizando gestiones y enviando notas para solucionar este problema, tenemos una nota manuscrita del intendente (Norberto) Aguirre donde se compromete a realizar las gestiones necesarias para dar pronta solución a nuestro problema. Esa nota es del año 2003”.Elba Rivas: “En estos años hemos enviado y entregado en mano infinidad de notas, hemos ido a actos políticos, al municipio, a Posadas, hasta viajamos a Buenos Aires para entregar una nota a la Nación, pero ya pasaron más de 11 años y ni una solución, cada campaña electoral vienen y nos llenan de promesas pero pasa la elección y no nos visitan más, se olvidan de las promesas y de nosotros. Estamos cansadísimos de promesas, queremos solución”.¿Por qué creen que hasta el momento no se ha conseguido solución a estos problemas?Elba R.: “Por un lado nos dicen que esto es “plata de chiperos” y por otro nos dicen que los dueños no quieren vender. La falta de luz y agua afecta a muchas familias, en estas 151 hectáreas hay más de 80 familias que aún no tienen ni luz ni agua por el tema de las tierras, como ser humano no sé qué pensar de este gobierno”.Ana M.: “ Acá no llega la solución porque no hay predisposición política, si nos dieran una mano ya se habría solucionado, nos han llenado de promesas y compromisos por escrito, han venido los concejales, el secretario de gobierno, el intendente, hasta hemos llegado a entregar una nota en casa Rosada pero nunca llega una respuesta, también el subsecretario de tierras, Jaime Ledesma está al tanto, pero nadie hizo nada. Acá va a ser zona turística, la costanera cerca, se va a construir el puente internacional acá cerca, se ve que hay un interés económico muy fuerte no sé si querrán hacer hoteles o emprendimientos, pero parece que nosotros los pequeños productores sobramos en este proyecto, molestamos para esos planes”.Familias trabajadorasLos vecinos son pequeños productores y conformaron una pequeña cooperativa. ¿Dónde y cómo comercializan sus productos?Elba R: “nosotros conformamos una cooperativa y a través de ella elaboramos muchos productos. Por un lado producimos todo tipo de verduras y también plantamos maíz, porotos, mandioca, maní caña dulce, en cuanto a lo elaborado hacemos rapadura, azúcar, harina de maíz. Muchos productos que vendemos desde hace diez años en la plaza del kilómetro 2 todas las semanas”. Ana M.: “Tenemos un galpón donde producimos todo esto, pero verduras no podemos vender en góndola o en la feria franca porque bromatología no nos autoriza porque no disponemos de agua potable, eso nos causa un gran perjuicio, somos familias trabajadoras, acá construimos la escuela, gestionamos y conseguimos a través de la cooperativa la construcción del galpón y la biblioteca trabajamos y estamos organizados, no entiendo porqué el gobierno no nos escucha”.Elba R: “Saben que el agua está contaminada y no hacen nada, no les importa ni siquiera nuestra salud, hay gente que toma barro prácticamente”.Ana M.: La falta de agua nos trae muchas dificultades. Sólo la escuela tiene agua potable, el resto de los habitantes sólo de pozo, de la cual hicimos sacar unas muestras para analizar y está muy contaminada. No es apta para consumo fue el resultado que nos dieron. El pedido a las autoridades ¿Qué les pedirían a las autoridades con poder de decisión sobre el tema?Elba R.: “Le diría que necesitamos nuestra propia tierra, que queremos pagarla, que no estamos pidiendo que nos regalen nada, que así no se puede vivir, que nos miren que somos pequeños productores, que vivimos de nuestro trabajo en la tierra, que no tenemos otra opción y necesitamos una solución”.Ana M.: “Yo le diría que queremos trabajar la tierra y vivir de eso. Enseñarle a nuestros hijos la cultura del trabajo, compartir con ellos, y también les preguntaría por que nos niegan esa posibilidad”.Con los papeles en mano que dejan constancia de las gestiones que realizan hace más de una década, los vecinos señalaron que seguirán luchando para conseguir la tierra propia, poder regularizar su situación y así contar con los servicios básicos para trabajar y producir la tierra mediante la cooperativa que organizaron.





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