GARUHAPÉ. Una sangrienta disputa entre vecinos por cuestiones que hasta ayer no están claras pero que tendrían que ver con ese vínculo se cobró la vida de uno de sus protagonistas, quien encontró la muerte después de ser salvajemente agredido con un machete por su contricante.La víctima fue identificada por las autoridades como Ramón Brixner (40), frente a cuya casa se produjo la discusión que terminó con él tendido sobre un charco de sangre.Fuentes de la investigación aseguraron que el principal sospechoso, de 28 años, fue detenido a los pocos minutos y la evidencia en su contra sería determinante: además de las heridas que sufrió en el enfrentamiento, cuando fue apresado todavía tenía en su poder el machete con el que habría ultimado a Brixner, manchado con rastros que serían de sangre.Disputa finalTodo sucedió alrededor de las 00.35 de ayer sobre la avenida Sarmiento, en el barrio La Miguela de Garuhapé, una localidad de poco más de 4 mil habitantes emplazada sobre la ruta nacional 12, unos 110 kilómetros al norte de la capital provincial.En ese lugar vivía Brixner y allí estaba cuando a esa hora sorpresivamente llegó a la escena el homicida, quien comenzó a increpar al dueño de casa por razones que hasta anoche se desconocían. No obstante, los detectives creen que todo tendría que ver con disputas vecinales de vieja data.Como sea, lo cierto es que los dos hombres iniciaron entonces una feroz discusión verbal que tardó apenas segundos en pasar a las manos. Habría sido entonces que el homicida extrajo un machete corto con el que amenazó a la víctima.Para la Policía, en ese momento Brixner tomó un trozo de madera e intentó defenderse, pero sin éxito. Sufrió dos cortes, uno a la altura de la tetilla derecha y otro en la zona lumbar izquierda que le dejó una profunda herida de por lo menos ocho centímetros de diámetro. Después, los médicos forenses llegarían a la conclusión de que esa lesión le provocó los daños internos que le causaron la muerte prácticamente en el acto.Luego de la salvaje agresión, el sospechoso intentó escapar, pero no llegó muy lejos: a las pocas cuadras fue apresado por una patrulla del Comando Radioeléctrico de Puerto Rico. Los policías habían notado que el sospechoso caminaba con un machete en la mano. Cuando lo secuestraron, descubrieron que tenía manchas de sangre. Todo cerró cuando surgió la noticia del homicidio, que también explicó el porqué de las heridas que presentaba en el pómulo izquierdo y en las cejas, producidas por un elemento de madera.Por orden del magistrado Éctor Acosta, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de la Cuarta Circunscripción Judicial, con asiento en Puerto Rico, los uniformados secuestraron el machete y las prendas de vestir del detenido, que también tenían manchas de color escarlata.Además, Acosta ordenó que el cuerpo de la víctima sea sometido a una autopsia en la Morgue Judicial de Posadas. El examen será determinante y arrojará algunos datos más sobre el brutal episodio que anoche causaba conmoción en Garuhapé y la zona.





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