QUITO, Ecuador (AFP-NA-Medios Digitales). Los comicios presidenciales y legislativos en Ecuador concluyeron ayer, hacia las 17 locales, tras una jornada de diez horas que, según las autoridades, se desarrolló con normalidad.Las votaciones arrancaron a las 7 locales y, tras el cierre de las urnas, se inició el escrutinio en las mismas mesas para transmitir resultados parciales al Consejo Nacional Electoral (CNE).Unos 11,7 millones de los 15,5 millones de ecuatorianos fueron convocados para el séptimo proceso electoral en el gobierno del presidente socialista Rafael Correa, quien era favorito para ser reelegido en primera vuelta para un segundo mandato de cuatro años, de acuerdo con sondeos previos.La misión de observadores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) reportó normalidad durante la jornada, al igual que el Ministerio de Defensa.“No hay novedades significativas, cumpliéndose el normal desarrollo del proceso”, señaló la cartera en un comunicado.Correa, en el cargo desde enero de 2007 y quien acumula seis victorias en línea, encabezaba la intención de voto con entre el 64,1 y 68,1%, de acuerdo con las últimas encuestas de las empresas privadas Market y CMS, respectivamente.Según dos encuestas a boca de urna, el mandatario sería reelegido en primera vuelta con amplia ventaja, al reunir entre el 61 y 61,5% frente al banquero Guillermo Lasso, su principal rival.Un sondeo de la firma privada Opinión Pública señaló que Correa obtuvo el 61% de los sufragios, contra 21% de Lasso. A su vez, una encuesta de la Cedatos-Gallup estableció que Correa logró el 61,5% de los votos frente a 20,9% de Lasso.Para evitar el balotaje, el gobernante necesita un 50% de los votos válidos (sin incluir blancos ni anulados) o un 40% de éstos y una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo. Se supo que el mandatario ya festejaba desde el salón de Banquetes del palacio presidencial. Los otros candidatos a la presidencia fueron el derrocado ex gobernante Lucio Gutiérrez, los izquierdistas Alberto Acosta y Norman Wray -ex aliados de Correa ahora en la oposición-, el magnate Alvaro Noboa -quien aspira al cargo por quinta ocasión-, el derechista Mauricio Rodas y el pastor evangélico Nelson Zavala.“Tres a uno”El canciller Ricardo Patino, en declaraciones con Telesur, confirmó el triunfo “contundente, de tres a uno”. El correísta elogió el trabajo del presidente. “No hay ninguna duda, los ecuatorianos quieren seguir con la revolución ciudadana”. Según afirmó, falta “consolidar la economía, democratizar el acceso a la tierra y mejorar en seguridad”. Perfil socialista Correa, un economista con astucia política y un agresivo discurso antiestadounidense, ha construido un sólido apoyo por el aumento del gasto estatal en salud y educación en beneficio de los pobres en las periferias urbanas y zonas rurales.Sus enfrentamientos con inversores de Wall Street y las empresas petroleras lo han ayudado a construir una imagen de un aguerrido populista que lucha contra las élites en nombre de los pobres. Para sus detractores, sin embargo, es un político autoritario e impulsivo que no tolera las opiniones diferentes y persigue a sus adversarios, mientras ataca tanto a la libertad de expresión como a la libre empresa.Padre de tres hijos, ganó la presidencia a fines de 2006 con la promesa de aliviar la pobreza aumentando la participación del Estado en la industria del petróleo y el gasto del Gobierno en bienestar social.Duplicó los fondos para educación, acercó a comunidades olvidadas a las grandes ciudades con modernas vías y amplió el acceso a la asistencia sanitaria mediante la construcción de veinte hospitales y la renovación de 500 clínicas.Amplió el uso de los medios estatales para pulir su imagen, comenzó a llamar a los periodistas “corruptos” y “sicarios de tinta” y demandó por difamación a dos diarios críticos. Empresarios dicen que la expansión del control estatal y la creación de impuestos han debilitado el sector privado y advierten la necesidad de atraer inversiones para sostener la economía. La clave del CongresoLos ecuatorianos también eligen a sus representantes al Congreso. Según la encuestadora CMS, Correa obtendría con su movimiento Alianza País (AP) una mayoría absoluta con entre el 60 y 65% de los escaños.Actualmente AP tiene el principal bloque, pero no alcanza a ser mayoría, por lo que Correa se planteó como objetivo consolidar su fuerza en el Legislativo para sacar adelante proyectos pendientes y otros con los que éste crítico del neoliberalismo dice que hará “irreversible” su “revolución ciudadana”.De hecho, durante la campaña advirtió que no descartaba un adelanto de elecciones generales, como prevé la Carta Magna, en caso de un bloqueo parlamentario de la oposición.La falta de una mayoría legislativa no le ha permitido al Gobierno ver aprobadas normas como la Ley de Comunicación, que plantea un nuevo reparto de frecuencias y más regulaciones.Aliado del presidente venezolano, Hugo Chávez, el jefe de Estado anticipó que si es reelecto éste será su último mandato. Votaron a Correa “porque cumple”“Voté por Rafael Correa porque cumple. Los demás sólo ofrecen cosas pero luego se olvidan”, resume Mariano Chicaiza a la salida de un puesto de votación en Cangahua, un poblado indígena donde se percibe un apoyo marcado al presidente que busca la reelección.Chicaiza, de 68 años, afirma indignado que “los anteriores (mandatarios) no cumplieron”, a diferencia de Correa, quien según él y otros pobladores de esta localidad de la sierra andina central (a 45 kilómetros al norte de Quito) “sí se ha preocupado” por ellos durante estos seis años de gobierno.Este agricultor, delgado y de manos curtidas, acudió a la Escuela José Ayala Vallejo pese a no estar obligado a sufragar, pues en Ecuador el voto es facultativo para los mayores de 65 años y los jóvenes de entre 16 y 18 años.Vestida con una amplia falda bordada, poncho multicolor y sombrero, María Cholango, de 24 años, elogió en particular el compromiso del gobernante socialista con los “pobres y discapacitados”.El gobierno de Correa desarrolla un plan de atención a personas con limitaciones físicas e intelectuales, que incluye tratamientos y el pago de un sueldo básico mensual de 318 dólares a las personas que los cuidan. A pesar de la simpatía que despierta en esta población situada a 3.156 metros de altitud y rodeada por numerosos ríos, Correa también genera resistencias all&iacu
te;.“No le di mi voto a Correa porque no me gusta que sea peleón”, afirmó Segundo Alcasiga.En una ocasión, en su programa sabatino de televisión, el gobernante retó a pelear a un congresista opositor y en 2011 se bajó de una camioneta, durante un recorrido electoral, para perseguir a un hombre que le hizo un gesto obsceno.Aunque con evasivas, otros lugareños reconocieron haber votado por el derrocado ex mandatario Lucio Gutiérrez (2003-2005), quien llegó al poder con el apoyo del movimiento indígena y cayó bajo una revuelta popular impulsada por la clase media de Quito.Muchos de los electores, cuya lengua nativa es el quichua, debieron pedir ayuda para ubicar la mesa de votación pues los carteles que las identificaban estaban en español.





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