NUEVA YORK, Estados Unidos (AFP-NA). Una fuerte tormenta acompañada de fuertes caídas de nieve e intensos vientos azotaba en las últimas horas del sábado, y por segundo día consecutivo el noreste de Estados Unidos, provocando la muerte de al menos dos personas, la paralización del transporte y cortes de energía que afectan a 650.000 hogares.El fenómeno generó nevadas de hasta 86 centímetros en Hamden, estado de Connecticut, con ráfagas de viento de hasta 131 km/h, según el servicio meteorológico nacional. El gobernador Dan Malloy ordenó ayer el cierre de todas las rutas “hasta nueva orden” para permitir remover la nieve.“Es una tormenta récord. Llevará tiempo quitar toda esta nieve”, declaró en un comunicado.Alrededor de 34.000 hogares estaban en este estado sin electricidad y, en muchos de ellos sin calefacción.En el vecino Massachusetts, donde las ráfagas llegaron a los 133 km/h, la ciudad de Boston se despertó con 38 cm de nieve. La circulación de vehículos también estaba prohibida hasta nuevo aviso en este estado, donde 400.000 viviendas estaban sin electricidad.“Tenemos mucho por hacer aún. Quédense en vuestras casas, dejen trabajar a los equipo”", declaró el alcalde Thomas Menino a una cadena de televisión local. La mayoría de los comercios estaban cerrados y en las calles vacías sólo se veían los vehículos barrenieve.La caída de nieve comenzó el viernes de tarde en esa región de Estados Unidos, donde viven alrededor de 40 millones de personas.La tormenta ya provocó al menos dos muertos. Una joven perdió el control de su automóvil en una autopista cerca de Poughkeepsie, estado de Nueva York, matando a un hombre de 74 años que caminaba por la banquina.En Auburn, New Hampshire, un hombre murió al perder el control de su vehículo y estrellarse contra un árbol, informó la policía local.Alrededor de 1.900 vuelos fueron cancelados en los aeropuertos del noreste del país, según el sitio especializado Flightaware.com. La mitad de ellos desde o hacia Nueva York.El aeropuerto de Boston seguía paralizado el sábado de mañana, con más de 400 vuelos suprimidos, según el sitio especializado FlightAware.com. Cerca de 3.600 ya habían sido cancelados el viernes.En Nueva York “se pudo evitar lo peor”, según el alcalde Michael Bloomberg. “Hemos tenido suerte”, declaró ayer de mañana en una breve conferencia de prensa, en la que precisó que todas las rutas principales estaban despejadas, gracias a equipos que trabajaron toda la noche. El impacto de la feroz tormenta invernal bautizada Nemo cruzó la frontera y afectó algunas ciudades canadienses. Por ejemplo, Toronto que canceló todos sus vuelos.
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