POSADAS. Un cabo de la Policía de Misiones podría perder el ojo derecho luego de ser atacado por una “patota” que intentó agredirlo de un “botellazo” cuando junto a sus compañeros llevaba adelante un procedimiento contra los agresores, que aparentemente cobraban “peaje” en el oeste posadeño.Así lo confirmaron a este medio fuentes policiales, quienes informaron que los pronósticos no son los mejores para Jesús Edelmiro Castillo (25), quien ayer debió ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga de la capital provincial.Hasta anoche, efectivos de la fuerza provincial trabajaban para dar con los violentos y, principalmente, con el autor de la agresión, quien ya estaría identificado y podría ser detenido en las próximas horas.Todo sucedió minutos después de las 8 de ayer, cuando un vecino de la chacra 189 llamó a la Policía para denunciar que un grupo de jóvenes -entre los que también habría menores de edad- causaba desmanes en la vía pública, donde también se encargaban de “cobrar peaje” a los transeúntes bajo amenazas.Enseguida, una patrulla de la comisaría seccional Decimosegunda partió a la escena, en Monseñor De Andrea y Alem de Posadas, y acreditó la versión brindada por el denunciante, quien también aseguró que los integrantes de la “patota” se encontraban bajo los efectos de alguna sustancia alucinógena, alcohol o quizás drogas.Obviamente, la comisión policial no fue bienvenida por los fascinerosos, quienes instintivamente comenzaron a agredir verbalmente a los uniformados. El clima se tornó mucho más tenso cuando los policías se bajaron del patrullero con el fin de poner orden y detener a los forajidos, algunos de los cuales intentaron darse a la fuga. Otros, en cambio, decidieron enfrentar a la ley.Entre ese último grupo se encontraba un joven que con el fin de resistirse al arresto tomó una botella de cerveza y la arrojó contra los efectivos policiales. El elemento contundente no impactó en los agentes, aunque estalló al contacto con el piso y un centenar de trozos de vidrio voló por el aire.Desafortunadamente, Castillo fue alcanzado por esos restos. Un fragmento impactó en el pómulo derecho del cabo y le provocó un profundo corte. Eso no fue lo más grave. Es que una astilla casi imperceptible se le incrustó en el globo ocular derecho provocándole una gravísima lesión que dejó en riesgo la visión de ese lado.Ante esa situación, el joven policía fue intervenido quirúrgicamente ayer en el Madariaga, donde a última hora se aguardaba una serie de resultados para establecer el grado de daño sufrido y las posibilidades de recuperación.En tanto, anoche efectivos de la Decimosegunda, del Comando Oeste y de Investigaciones trabajaban para dar con el autor del hecho, quien podría ser detenido en las próximas horas. Esta vez, sólofue un intentoEn otro hecho de ribetes similares al ocurrido en el oeste posadeño, un hombre de 44 años fue detenido luego de amenazar con un arma de fuego a un policía que cumplía servicio de adicionales.Fue ayer cerca de las 2.55, en San Marcos casi Ojo de Agua, a una cuadra del centro de Posadas, donde el violento se presentó ante el uniformado y le apuntó con un “pistolón” de doble caño y de calibre 14, de fabricación casera.Curiosamente, tras la amenaza el sospechoso escapó a la carrera de la escena. Efectivos policiales montaron un operativo para detenerlo y lo lograron minutos después, cuando lo encontraron escondido en la parrilla de un taller mecánico de la zona.El irascible sujeto fue trasladado a la comisaría seccional Tercera, donde se le instruye una causa por su extraño comportamiento.





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