OBERÁ. Desde antes de Navidad el Hogar de la Fundación Buen Samaritano que funciona en está ciudad hace 40 años habría cerrado sus puertas y no está brindando más atención y contención a los niños, que estaban en su mayoría por decisión de la Justicia, quienes regresaron con sus familiares.El hecho de que no estén más los chicos en el lugar y la posibilidad de cierre del mismo causó preocupación en los vecinos y personas que brindaban colaboración al hogar. Las sospechas de algunos allegados a la institución es que el disparador de todo es el difícil cuadro económico por el que atraviesan. “Desde antes de Navidad los chicos no están más en el Hogar”, contó Omar Rodríguez un vecino del lugar.El lugar más conocido como el Hogar de Menge está ubicado en la calle Mar del Plata 675 en el barrio Norte o más conocido como Villa Torneus de esta ciudad. “Mucho no sabemos pero aparentemente los responsables del hogar le habrían pedido a los chicos que se fueran del lugar, no sé si se informó a la Justicia, o como se hizo”, expresó el mismo vecino, quien señaló que en varias oportunidades ayudó a los chicos con alimentos.Hasta el 2009 el pastor Rubén Menge, hijo del fundador, fue quien estaba a cargo del Hogar, pero desde allí se hizo responsable el pastor Guillermo Fontana junto a su esposa, quien ayer descartó que la institución “se haya cerrado, simplemente los chicos, 9 en total, se fueron a pasar las fiestas con sus familiares en un proceso de revinculación que se hace con conocimiento de la justicia”, explicó.Respecto a la vuelta de los chicos al Hogar, señaló que “eso lo decidirá la Justicia, pero deberían volver antes de las clases, porque están todos inscriptos en la escuela”. El pastor corroboró que en la actualidad “no hay ningún niño en el hogar”. También admitió que la situación económica “es complicada porque no reciben ayuda fija, hace más de dos años dejamos de recibir aportes desde Alemania por las complicaciones financieras en Europa”, afirmó.Con historiaEl Hogar fue fundado por el Pastor Guillermo Menge, como un proyecto familiar en el año 1973 albergando chicos huérfanos, desamparados, maltratados, con el deseo de completar en gran parte, mucho de lo que estos niños habían perdido: cariño, abrigo, cama, alimento, educación, y sobre todo amor .





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