Posadas. Hace tres meses Hugo Arriola (40) volvió a nacer, luego de un accidente que lo dejó al borde de la muerte cuando el brazo de una grúa se desprendió y aplastó el vehículo en el que viajaba. Unos cuarenta minutos demoraron en liberarlo. Para él fueron horas, ya que no podía moverse temiendo lo peor. La empresa responsable de la maquinaria nunca se hizo cargo de los daños. Sin embargo, salió adelante con sus colegas de la cooperativa de trabajo. Eugenio Fernández (48) y Luis Pereira (33) también estaban de acompañantes en el vehículo aplastado -en avenida Cocomarola casi Quaranta- y sufrieron algunas lastimaduras. Unidos señalaron que con el apoyo del grupo y mediante la cooperativa enfrentaron los gastos de medicamentos y tratamientos médicos. En el caso de Arriola sigue con problemas en los meniscos. “Nosotros creo que no tomamos dimensión hasta tres o cuatro días después de lo que había pasado, además fuimos a tratar que nos compren remedios y nos mandaron con el seguro, al final nadie se hizo cargo”, contó el hombre. Fernández, en tanto, estuvo una semana sin poder caminar y continúa con serios problemas para poder salir. “No quiero salir, ellos me ayudaron, pero tengo como ataques de pánico o fobia”, manifestó. Pereira, en tanto, señaló que gracias al trabajo en equipo logró salir adelante y continúa con más ganas que nunca. Con respecto a los otros dos ocupantes del vehículo (porque en total iban cinco al momento del accidente) agregaron que “ellos se separaron del grupo por algunas diferencias”.Por los desocupados: Para Arriola, la vida le brindó otra oportunidad para trabajar por los que menos tienen. En ese sentido, contó los proyectos en los cuales están trabajando con la cooperativa Nueva Esperanza y el Frente Social que nuclea a 27 barrios. Entre las salidas laborales inmediatas se encuentra una serigrafía, en la que ya comenzaron a imprimir remeras, habilitar una fábrica textil, una panadería y una fábrica de pastas; además de continuar con los trabajos de cordones cuneta y empedrados que logran a través de acuerdos con la Municipalidad. “Para nosotros fue un cambio rotundo y una nueva oportunidad para seguir haciendo algo por nuestros compañeros desocupados, para nosotros fue importante y nos emocionó poder pagarle a 140 personas y entregar bolsas navideñas para que puedan llevar algo a sus hijos”, manifestó Arriola. “Estamos creciendo de a poquito, de la gente que nos acompaña hay una importante cantidad de jóvenes de entre 18 y 24 años que con nosotros tuvieron su primer trabajo”, destacó. Para los próximos días tienen planeado habilitar una panadería en el local ubicado sobre la avenida Cocomarola donde “queremos ofrecer un pan social a un precio muy económico”. Mediante un convenio con la Comuna hay 38 personas que forman parte de la cooperativa que trabajan en la construcción de veredas. En Villa Cabello funciona otra sede del Frente Social Esperanza y allí está la serigrafía, donde para el 2013 proyectan ampliar a una fábrica textil para lo cual ya se capacitó un grupo de mujeres para la confección de remeras. Trabajar por los desocupados es el principal objetivo del grupo que desde el 2008 lleva adelante distintas actividades por los más necesitados de distintos barrios.





Discussion about this post