La cuota alimentaria es el aporte económico que deben realizar quienes tienen la obligación legal de garantizar el sustento de niñas, niños y adolescentes -y, en ciertos casos, de otros familiares-. En la Argentina, esta obligación tiene como eje el interés superior del niño y se encuentra regulada principalmente en el Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN), específicamente, arts. 658 a 670.
Contenido de la obligación alimentaria
Lejos de limitarse a la comida, la cuota alimentaria comprende un conjunto amplio de rubros, que tienden a la satisfacción de las necesidades de los hijos, entre ellos:
• Alimentación adecuada
• Educación
• Esparcimiento
• Vestimenta
• Habitación
• Asistencia. Gastos por enfermedad
• Gastos para adquirir una profesión u oficio.
¿Quiénes están obligados a pagar alimentos?
Como Regla General, AMBOS PROGENITORES, están obligados a alimentarlos y educarlos conforme a su condición y fortuna, INDEPENDIENTEMENTE si viven o no con uno solo de ellos.
Esta obligación subsiste hasta los 21 años de los hijos o hasta los 25 en el caso en que éstos estudien o se capaciten en un arte u oficio.
Esta obligación también la tiene el PROGENITOR AFÍN que es la persona que vive, casada o no, con el progenitor que tiene a su cargo el cuidado del niño, niña o adolescente, y su obligación está en segundo lugar -carácter subsidiario- ya que primeramente le corresponde a los progenitores.
Termina la obligación cuando se disuelve el matrimonio o finaliza la convivencia. NO OBSTANTE, puede conservarse como cuota asistencial con carácter transitorio, cuando la separación le causa un daño grave al niño, niña o adolescente, en cuyo caso es el juez quien define su duración (art. 676 CCCN).
¿Es posible reclamar a los abuelos cuando no pagan los progenitores? Sí, es posible y pueden ser reclamados en el mismo proceso en el que se demanda a los progenitores o en un proceso distinto (art. 668 CCCN).
¿Pueden reclamarse alimentos antes que el hijo/a nazca? Sí, es posible. La mujer embarazada puede hacerlo, después de probar la filiación que alega.
Asimismo, cuando el progenitor obligado incumple, la ley habilita a los jueces a extender la obligación a otros parientes, además de los abuelos.
En efecto, la Justicia de Familia de San Lorenzo, Provincia de Santa Fe, ordenó a un tío paterno a pagar la cuota alimentaria de sus sobrinos debido a la falta de cumplimiento de esa obligación por parte del padre. La decisión estuvo basada en el principio de solidaridad familiar, ya que el progenitor, “nunca cumplimentó la cuota”, pese a que tenía trabajo formal.
Luego de la medida judicial que dictaminaba los alimentos, el hombre se insolventó, aunque siguió trabajando, pero no de manera registrada. Ante esta situación, y atento a la medida cautelar presentada por la falta de recursos de la madre, el tribunal dictaminó que “se haga extensiva la obligación hacia quien esté en mejor situación”, en este caso el tío paterno.
El incumplimiento y la respuesta judicial
El incumplimiento de la cuota alimentaria genera consecuencias legales que se han intensificado en los últimos años.
¿Qué hacer ante el incumplimiento?
* Se puede pedir judicialmente, medidas sobre los bienes, o sobre los ingresos o sueldos.
* Si la otra parte OCULTA su patrimonio o ingresos, se puede pedir al juez distintas medidas que obliguen al pago de los alimentos.
* Si no se encuentran bienes o no se encuentra la forma de ejecutar el sueldo o los ingresos de la parte deudora, se puede solicitar la incorporación al REGISTRO DE DEUDORES ALIMENTARIOS.
El rol de los Registros de Deudores Alimentarios Morosos
En la provincia de Misiones rige la Ley IV – 31, que crea el Registro de Deudores Alimentarios Morosos. La inclusión en este registro no es simbólica: tiene consecuencias concretas en la vida civil y económica del deudor.
Quien figura como deudor moroso puede enfrentar consecuencias, tanto monetarias porque no va a poder sacar tarjetas de crédito, ni pedir préstamos, ni hacer ninguna actividad financiera hasta que no se le dé de alta de ese registro, como otras limitaciones que le impedirán sacar el registro de conducir y, en algunas situaciones, tampoco podrán salir del país.
Perspectiva de género y violencia económica
La Justicia está tomando medidas cada vez más estrictas al respecto y ha incorporado con fuerza la perspectiva de género en los casos de alimentos. Numerosos fallos sostienen que el incumplimiento reiterado de la cuota constituye una forma de violencia económica hacia la mujer, ya que en la mayoría de los casos es la madre quien asume en soledad la manutención diaria de los hijos.
Esta sobrecarga económica impacta directamente en su autonomía, su proyecto de vida y su salud física y emocional. Por ello, los tribunales consideran el incumplimiento no solo como una falta civil, sino también como una conducta que reproduce desigualdades estructurales.
Así, recientemente, en Rosario, el Juzgado de Familia bloqueó las redes sociales de un padre que no abonaba la cuota alimentaria de sus hijos, incluyendo la prohibición de ir a espectáculos públicos y de renovar la licencia de conducir, además de la inhibición de sus bienes. El fundamento para el bloqueo de las redes sociales se basó en que el padre “destine su tiempo para generar los ingresos que permitan satisfacer las necesidades de sus hijos”.
La resolución apunta a la perspectiva de género, con citas a la Convención de Belém do Pará y la Ley Nacional N°26.485 de para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer.
En nuestra provincia, el Superior Tribunal de Justicia, resolvió por unanimidad ratificar la condena de prisión en suspenso por “incumplimiento de los deberes de asistencia familiar” emitida, en juicio oral, por la jueza Correccional y de Menores 1, Marcela Leiva, impuesta a un padre que no cumplió con la cuota alimentaria de sus hijos.
En este caso, se basó la resolución en el hecho de haber una afectación al bien jurídico de familia, ya que el padre contaba con los recursos necesarios, no era insolvente.
Por tanto, esta situación se encuadra en un caso de violencia de género fundamentalmente a partir del compromiso internacional que asumió el Estado argentino para sancionar, prevenir y erradicar, la violencia de género contra la mujer con la ley 24.632 en la convención de Belém Do Pará. La violencia no es solo física, verbal o psicológica, sino también económica y acá hay una relación desigual de poder.
Insolventarse para no pagar: una maniobra bajo la lupa
Cada vez con mayor frecuencia, los jueces analizan situaciones en las que el obligado simula insolvencia, oculta ingresos, trabaja en la informalidad o coloca bienes a nombre de terceros para eludir el pago de alimentos.
Estas maniobras no solo no eximen de responsabilidad, sino que pueden agravar la situación procesal del deudor. La Justicia investiga el nivel de vida real, los movimientos económicos y la capacidad laboral efectiva para evitar fraudes.
Dos instancias en Misiones: diálogo y Justicia
En la provincia de Misiones existen dos instancias claves para abordar estos conflictos:
1. El CEJUME (Centro Judicial de Mediación): instancia previa que busca acuerdos voluntarios y soluciones rápidas, evitando la judicialización cuando es posible.
2. La vía judicial: cuando el diálogo fracasa, intervienen los juzgados de familia, con facultades para fijar cuotas, ejecutar deudas y aplicar sanciones.
Ambas instancias apuntan a un mismo objetivo: garantizar el derecho alimentario.
Conclusión
El incumplimiento de la cuota alimentaria no es un problema privado ni un simple desacuerdo entre adultos. Es una conducta que vulnera derechos fundamentales, profundiza desigualdades y afecta directamente a quienes menos herramientas tienen para defenderse.
Cumplir con la cuota es cumplir con la ley, pero también con una responsabilidad ética y social. Frente al incumplimiento, informarse, reclamar y accionar a tiempo no solo protege derechos individuales, sino que contribuye a construir una sociedad más justa, donde el cuidado y la crianza no recaigan siempre sobre los mismos hombros.
La cuota alimentaria no se discute: se cumple.





