Veranear se ha convertido en una ecuación matemática compleja para los argentinos. Según el último informe del Instituto de Economía (INECO) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), una familia tipo (dos adultos y dos niños) necesita disponer de $3.880.488 en promedio para vacacionar dentro del país durante la segunda quincena de enero de 2026. La cifra asciende a $10.334.454 si el destino elegido está fuera de las fronteras nacionales.
El relevamiento, al que accedió la Agencia Noticias Argentinas, indica que el costo de vacacionar dentro del país durante la segunda quincena de enero equivale a 2,38 veces el salario medio, mientras que el turismo internacional representa 6,10 salarios promedio. A pesar de los elevados montos, el estudio destaca un dato clave: la relación entre el costo del viaje y el salario se mantuvo prácticamente sin cambios entre enero de 2025 y enero de 2026, lo que sugiere que el turismo interno conserva cierta resiliencia como opción de consumo.
Sin embargo, esa estabilidad general convive con marcadas diferencias entre destinos. En la Costa Atlántica, Cariló volvió a posicionarse como el lugar más caro del país, con un presupuesto estimado en $10.665.172, equivalente a 6,55 salarios, y una variación interanual del 3,75%. El valor quintuplica el costo de vacacionar en Villa Gesell, uno de los destinos más accesibles.
El podio de los destinos nacionales más costosos se completa con Pinamar ($8.026.847, 4,93 salarios) y Bariloche ($5.541.566, 3,41 salarios). En el otro extremo, el informe ubica como opciones más económicas a Mar del Plata, Rosario, San Clemente del Tuyú, Necochea y Villa Gesell, con presupuestos que oscilan entre 1,35 y 1,71 salarios medios.
En paralelo, el estudio muestra que vacacionar en el exterior resulta, en promedio, 2,7 veces más caro que hacerlo dentro del país, aunque con matices relevantes. Destinos como Madrid ($17.187.220, 10,56 salarios), Nueva York ($14.254.930, 8,76 salarios) y Miami ($10.957.086, 6,73 salarios) encabezan el ranking de los más costosos. No obstante, Río de Janeiro ($5.995.297, 3,68 salarios) y especialmente Santiago de Chile ($3.277.739, 2,01 salarios) aparecen como alternativas más baratas que varios destinos argentinos.
El informe subraya comparaciones llamativas que reflejan desfasajes de precios: el costo de vacacionar en Cariló es similar al de Miami, mientras que viajar a Santiago de Chile requiere menos esfuerzo económico que hacerlo en 13 de los 25 destinos nacionales analizados.
Uno de los factores que explica esta dinámica es la evolución del salario argentino medido en dólares. Según el relevamiento, el poder adquisitivo del salario promedio (RIPTE) al tipo de cambio oficial aumentó casi un 50%, lo que volvió relativamente más accesibles los destinos internacionales. No obstante, desde INECO advierten que esta ventaja es frágil y puede revertirse rápidamente ante correcciones cambiarias o aceleraciones inflacionarias.
El estudio aclara que los cálculos incluyen solo alojamiento y transporte para una familia de dos adultos y dos niños, y no contemplan gastos habituales que elevan el presupuesto real. Entre ellos, el alquiler diario de una carpa, que promedia $55.448 y puede trepar hasta $118.800 en Chapadmalal, o el costo de una obra de teatro en Mar del Plata, estimado en $132.000 por función. A esto se suma el gasto en gastronomía: una cena para cuatro personas promedia $89.831 en la Costa Atlántica, con picos de $107.143 en Cariló.
En ese escenario, el turismo interno no desaparece, pero se vuelve cada vez más selectivo. La posibilidad de viajar persiste, aunque la elección del destino y el nivel de consumo marcan la diferencia entre unas vacaciones accesibles y un gasto que ya compite con el exterior.
Fuente: Agencia de Noticias NA





