No es solo una estadística: es el mapa de una ruta que no da respiro. En un lapso de pocas horas, la ruta nacional 14 -arteria clave del Mercosur- se convirtió en el escenario de tres siniestros viales que movilizaron a tres unidades regionales de la Policía de Misiones y dejaron un saldo de cinco personas heridas.

El primer episodio ocurrió a plena luz del día, a las 18.25, en Campo Viera. Según el reporte de la Unidad Regional II, una motocicleta Honda Wave que circulaba en sentido Oberá–Campo Viera perdió el control en una zona crítica: el kilómetro 891, en las inmediaciones del puente del arroyo Yazá. Allí, Sergio Edgardo F. (45) y su acompañante, Liliana B. (39), derraparon sobre la cinta asfáltica. La violencia del impacto obligó a su traslado inmediato a un centro de salud local para evaluar la gravedad de sus lesiones.
Pero la jornada estaba lejos de terminar. Apenas unas horas después, la tensión se trasladó a San Vicente. Cerca de las 22, en el kilómetro 979 de la misma ruta, el choque fue entre dos autos. Un Toyota Etios, al mando de Celina D. (59), y un Toyota Corolla, conducido por Santiago R. (19), colisionaron por causas que la Policía Científica todavía intenta determinar. Según informó la Seccional 1ª (UR VIII), ambos conductores sufrieron traumatismos y fueron derivados al hospital de la zona.
Más al norte, ya en la frontera, el tercer parte llegó desde Bernardo de Irigoyen. Cerca de la medianoche, en el kilómetro 1.116, la imprudencia o el azar volvieron a jugar su parte: Matías G. (36) despistó con su Motomel S2 150 y terminó impactando de lleno contra un cartel de señalización. El diagnóstico médico fue taxativo: traumatismo en miembro muscular derecho y derivación urgente a un centro de mayor complejidad por la gravedad del cuadro.

Más allá de los partes policiales, la repetición de estos hechos en un mismo corredor pone de relieve el riesgo de la ruta 14 durante el pico de tránsito de fin de año. En los tres casos, la División de Policía Científica realizó las pericias correspondientes para esclarecer si se trató de fallas mecánicas, errores humanos o el estado de la calzada en tramos que, como el del arroyo Yazá, suelen ser traicioneros para quienes no los conocen de memoria.





