Con el inicio de las colonias de verano, miles de niños y niñas comienzan jornadas que combinan juegos, deportes, pileta y exposición prolongada al calor. En ese contexto, profesionales de la salud destacan la importancia de realizar chequeos médicos previos, aun cuando no se trate de un requisito obligatorio, como una medida preventiva clave para garantizar una participación segura.
Si bien los controles de salud suelen concentrarse en el arranque del ciclo lectivo, los especialistas señalan que una revisión antes de comenzar la colonia aporta información valiosa, tanto para las familias como para los equipos de coordinación. El objetivo no es limitar la participación, sino anticipar situaciones y reducir riesgos asociados a la actividad física y a la convivencia diaria.
De acuerdo con los profesionales, el chequeo previo debería contemplar un apto físico actualizado, la verificación del calendario de vacunación y una evaluación clínica general. También resulta fundamental repasar antecedentes médicos, como alergias, asma, intolerancias alimentarias o medicación habitual, datos que permiten adaptar las actividades y actuar con rapidez ante situaciones frecuentes del verano.
“Estos controles no deben verse como algo excepcional. Son chequeos simples, similares a los que se realizan para la escuela, que ayudan a tener un panorama actualizado de la salud del niño y a acompañar mejor su actividad física durante el verano”, explicó la doctora Rosana Romano, especialista en Medicina Familiar del CMC Salta de Boreal Salud.
Otro aspecto señalado por los especialistas es la importancia de mantener al día el esquema de vacunación, especialmente porque las colonias implican convivencia diaria y contacto cercano entre grupos numerosos. Aunque no existen exigencias específicas, contar con las vacunas actualizadas fortalece la salud general y reduce la posibilidad de contagios.
Desde Boreal Salud indicaron que actualizar datos como vacunas, alergias y medicación es una manera sencilla de evitar contratiempos y facilitar el trabajo de los coordinadores y cuidadores.
Además de su función preventiva, los chequeos previos a la colonia pueden servir para detectar cuestiones de rutina que a veces pasan desapercibidas durante el año, como cambios en la visión o audición, síntomas respiratorios leves o hábitos inadecuados de hidratación y exposición al sol.
Los especialistas aclaran que no se trata de estudios complejos ni de generar alarma, sino de controles breves y accesibles que pueden mejorar el bienestar de los chicos durante el verano.
Finalmente, los profesionales coinciden en que estos controles médicos no buscan generar preocupación, sino acompañar el inicio de la colonia con información actualizada y medidas simples. Una práctica preventiva que aporta tranquilidad a las familias y contribuye a que los niños y niñas disfruten del verano de manera segura y saludable.




