Familias de alumnos egresados de la especialidad Electromecánica de la EPET 1 de Posadas denunciaron haber sido víctimas de una “estafa” e incumplimiento contractual durante la recepción realizada el viernes 19 de diciembre. La situación fue expuesta públicamente a través de un comunicado institucional donde detallaron el gasto extra (900 mil pesos) que debieron afrontar sobre la marcha para que los chicos puedan tener una despedida de fin de cursada, con un costo total cercano a los 10 millones de pesos para que las fiesta pueda salir.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones el padre de una de las alumnas egresadas, Pablo Cabral, afirmó que esa noche “nada de lo contratado, o muy poco de lo contratado, sucedió”.
Según relató Cabral, el servicio para la fiesta de egresados había sido contratado en febrero con un importante esfuerzo económico por parte de las familias. “Terminar un colegio técnico significa mucho sacrificio para los chicos y queríamos celebrarlo como se merecen”, explicó, al tiempo que señaló que el evento se vio afectado por una serie de incumplimientos que obligaron a padres y alumnos a reorganizar la celebración en pocas horas.
De acuerdo con el comunicado de la EPET 1, los organizadores del evento, responsables del servicio de catering, informaron cerca de las 15 que la recepción quedaba suspendida por supuestos problemas con el suministro eléctrico del salón. Sin embargo, Cabral sostuvo que “ellos estaban en el lugar desde la mañana y aun así no avisaron con anticipación”, lo que consideró una decisión unilateral que perjudicó a todas las familias.
El padre de la egresada detalló que, pese a la cancelación anunciada, una madre logró gestionar la reinstalación del medidor eléctrico, demostrando que el inconveniente tenía una solución inmediata. “La excusa fue que no había luz, pero el salón es vidriado y se podía organizar igual”, remarcó, cuestionando los argumentos utilizados para suspender servicios ya pagos.

Finalmente, la recepción se realizó en condiciones muy diferentes a las pactadas. “Llegamos a las nueve y no había manteles, no había DJ, no había comida”, relató Cabral, quien indicó que los padres debieron aportar dinero extra para cubrir gastos básicos, contratar un disc jockey de urgencia y comprar pizzas para los egresados ante la ausencia del servicio gastronómico prometido.
El comunicado institucional también señala que el menú contratado no fue respetado y que la comida principal fue servida varias horas más tarde y en malas condiciones: “El supuesto galeto gratinado fue reemplazado por pollo duro, servido recién a las dos de la madrugada”. Sobre esta situación, Cabral afirmó que “fue jugar con la ilusión de los chicos”, destacando que el perjuicio no fue solo económico, sino también emocional para los estudiantes que esperaban ese momento desde hacía años.
Las familias indicaron que el valor de la tarjeta comenzó en 72 mil pesos y alcanzó los 135 mil en diciembre, sumando un monto total cercano a los 10 millones de pesos. “No era una tarjeta económica y aun así confiamos”, expresó Cabral, quien agregó que “uno obra de buena fe, creyendo que la otra parte también va a obrar de bien”.
Ante los hechos, los padres realizaron denuncias por estafa y por incumplimiento contractual ante la Policía y Defensa del Consumidor. “No sé mucho de leyes, yo sé de motores, soy mecánico, pero hicimos la denuncia para que se haga justicia y para que nadie más pase por esto”, concluyó Cabral, remarcando que el objetivo es recuperar el dinero y evitar que otras promociones atraviesen una situación similar.








