El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) atraviesa una situación crítica y de gran incertidumbre a nivel nacional debido a una reestructuración impulsada por el Gobierno de Javier Milei, que lo transforma de un organismo autónomo a uno desconcentrado bajo la órbita del Poder Ejecutivo.
Esto implica una reducción presupuestaria, riesgo de despidos masivos, posible cierre de sedes y centros de investigación, pérdida de autonomía, y un fuerte debate sobre su futuro y rol frente a la agricultura familiar y las grandes corporaciones, con el agregado de la venta de tierras que pertenece al Instituto.

Acerca de la actualidad que se vive en Misiones Silvina Fariza, secretaria general de la Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria(APINTA) e investigadora en el INTA Cerro Azul, indicó que“Ya hace más de un año que venimos sufriendo diferentes embates, no solo del Gobierno, sino también del propio presidente Nicolás Bronzovich, del INTA; y así nuevamente estamos en la mira, como decimos nosotros. Con la clara voluntad de aplicar la motosierra en los trabajadores”.
A ello, anticipó en FM de las Misiones que “mañana -jueves 18 de diciembre- el Consejo Directivo Nacional se volvió a conformar, ya que hay nuevos representantes y asistentes; y volverán a poner en agenda: la posibilidad de nuevos despidos, la puesta en disponibilidad de más de 1700 personas, el cierre de todas las agencias de extensión -son más 300 en todo el país-, el cierre de institutos de investigación e inclusive la amenaza de cierre de estaciones experimentales, que hasta el momento no habían sido no habían sido puestas en focos”.
A esto se suma “también la posibilidad del cierre de los centros de investigación y de los centros regionales; y como si no fuera poco la liquidación o la posibilidad del cese de las funciones de Fundación Argeninta y de Intea que son del grupo INTA, digamos, que son quienes llevan adelante el la la parte de este comercialización básicamente; y la difusión de eh aquellas este tecnologías generadas por el INTA”.

Las malas noticias preparadas por los nuevo funcionarios parece no tener fin, ya que a todo lo antes enunciado, Silvina Fariza también añadió que “también cerrarían las cooperadoras. Vale decir, que la mayoría de las estaciones experimentales tienen cooperadoras, a través de las cuales pueden comercializar parte de los productos que son generados por las investigaciones que llevan adelante en el INTA”.
Acerca de posibles acciones a seguir, marcó que “Desde diciembre del año 2023 que venimos poniendo en agenda lo que empezamos a padecer. Contando fundamentalmente a nuestros compañeros y también a la sociedad entera, ¿cuál sería el impacto?, de aplicarse alguna de estas o todas las medidas antes enumeradas”.
Por lo cual, la investigadora y a la vez gremialista recordó que “en varias oportunidades ya se le dijo que no a estas medidas al actual Consejo Directivo y también fuimos a la justicia, porque nosotros hicimos un a través de APINTA y a través de ATE, los dos gremios que nuclea los empleados del INTA se le dijo que no a través de un recurso de amparo y la justicia acompañó esto”.

“Hace un rato llegué de Buenos Aires en donde nos volvimos a congregar en un Congreso para ‘decir una vez más no a estas medidas y hacerles llegar un documento al Consejo Directivo Nacionaldel INTA’ que se reunirá mañana”, adelantó.
Esta actual situación “nos debería estar preocupando, no solamente a los trabajadores del INTA, sino a todos aquellos que de alguna u otra manera se benefician por lo producido por lo hecho por el INTA, no solamente los que están en el sector productivo, sino toda la sociedad en general”, vaticinó.





