El comportamiento meteorológico de este año cierra con el récord del día más frío en 57 años, el día invernal más caluroso, y el de mayor lluvia en pocas horas. Así describió en su balance meteorológico anual el agrometeorólogo jubilado del INTA, José Ángel Olinuck, quien aseguró que “este 2025 presentó un particular y marcado contrastante en la provincia de Misiones”.
El análisis que brindó a PRIMERA EDICIÓN, está basado en una de las series meteorológicas más extensas de la región con registros continuos desde 1967 hasta 2024, lo cual le permitió analizar con precisión las condiciones hídricas y térmicas en los últimos 12 meses.
“Al comparar los registros correspondientes a 2025 con la serie histórica, se observa que la distribución de las precipitaciones no fue homogénea y estuvo marcada por fuertes desvíos respecto de los valores normales, especialmente durante los primeros meses del año”, sostuvo Olinuck.
“Entre enero y abril, las lluvias resultaron muy inferiores al promedio histórico. Es decir, mientras que el valor normal del primer cuatrimestre se sitúa históricamente en el orden de los 707,9 milímetros, lo que ocurrió fue que en los primeros cuatro meses de 2025 apenas se acumularon 363,9 milímetros, lo cual implicó un déficit de 344 milímetros y 49% de lo esperado para ese período”, analizó.
Según el experto, esta marcada escasez de lluvias durante el primer cuatrimestre derivó en una deficiencia hídrica acumulada de 161 milímetros, “situación que condicionó el desarrollo inicial de los cultivos y acentuó el estrés hídrico en los sistemas productivos”.
A este escenario se sumó un comportamiento térmico desfavorable, con temperaturas medias que estuvieron por encima de los promedios, lo cual, según su balance, “incrementó las pérdidas de agua por evapotranspiración y agravó la sequía que se había iniciado a mediados de diciembre de 2024”.

Sin embargo, aseguró más tarde, el patrón climático comenzó a modificarse de manera significativa a partir de mayo.
“Durante mayo y junio se registraron precipitaciones muy superiores a las normales. En ese bimestre se acumularon 668,2 milímetros, frente a un promedio histórico de 313 milímetros, lo que representa un excedente de 355,2 milímetros.
Este cambio abrupto permitió recomponer los perfiles de humedad del suelo y compensar, el déficit acumulado”, reflejó.
Y luego citó registros del Servicio Meteorológico Nacional, según los cuales desde junio de 2024 predominó una fase neutral del fenómeno El Niño–Oscilación del Sur.
“En este contexto climático, el acumulado de precipitaciones del primer semestre de 2025 alcanzó los 1.032 milímetros, prácticamente igual al promedio histórico de 1.020,8 milímetros correspondiente al período 1967–2024. Este dato confirma que, a pesar de la fuerte sequía inicial, el balance hídrico semestral terminó ubicándose dentro de los valores normales para la región”.

Se fue equilibrando
Durante julio y agosto, históricamente los meses de menores registros pluviométricos del año, las precipitaciones se mantuvieron en niveles bajos.
“No obstante, las bajas temperaturas propias del invierno redujeron considerablemente la evapotranspiración; por lo que las pocas lluvias resultaron suficientes para mantener una adecuada humedad en el suelo”, prosiguió Olinuck (ver recuadro).
Septiembre mostró nuevamente un comportamiento excepcional en materia de precipitaciones. Se registró un acumulado de 284,9 milímetros, frente a un promedio histórico de 153,8 milímetros, lo que representó un excedente de 131,2 milímetros.
“Octubre, fue el mes con mayor promedio histórico de lluvias en la región y también presentó valores superiores a lo normal”, aseguró.
Noviembre, último mes de la primavera meteorológica, se inició con elevados niveles de humedad en el suelo. Debido a la distribución de las precipitaciones, se registraron excesos hídricos de 101 milímetros, en los primeros 17 días del mes.
“En resumen, hasta avanzado diciembre, los niveles de humedad del suelo se mantuvieron dentro de rangos adecuados y las temperaturas resultaron favorables para el desarrollo de las producciones agrícolas”, finalizó.

Marcado vaivén térmico
En cuanto al comportamiento térmico Olinuck manifestó que las temperaturas registradas durante 2025 revelaron varios aspectos.
En los primeros meses del año, las temperaturas medias se ubicaron por encima de los promedios históricos, coincidiendo con el período de lluvias deficitarias.
Esta combinación de altas temperaturas y escasez de precipitaciones provocó una importante pérdida de agua por evapotranspiración y profundizó la sequía. Junio presentó temperaturas medias muy por debajo de los valores históricos.
En relación con las temperaturas mínimas, se destacó la primera helada: “Este evento se produjo el 24 de junio, con un registro de -1,9 °C. Ese mismo día, la temperatura medida a 5 centímetros del suelo alcanzó los -7,1 °C, valor inferior a todos los registros previos de la serie 1967–2024, constituyéndose en un nuevo récord histórico para el mes de junio”.




