Estudio revela que aún son muy pocos (el 28,3%) los vecinos de esta ciudad que se vacunaron contra el dengue, pese a que la población de 15 a 59 años tiene acceso a la vacuna en forma gratuita. Otro dato no menor es que si bien el riesgo de sufrir complicaciones y un cuadro de dengue grave es mucho mayor para las personas que ya tuvieron alguna vez la enfermedad en caso que vuelvan a contagiarse, solo el 33,3% de los que se vacunaron ya habían tenido dengue.
Estos datos fueron dados a conocer ayer en el marco de la presentación de los resultados preliminares 2025 del proyecto “Las representaciones sociales del dengue en relación a las prácticas de prevención y la educación sanitaria” (UNaM–CONICET), realizado en articulación con la Dirección de Epidemiología y Vigilancia de la Salud de la Municipalidad de Posadas.
Después de dos décadas de los primeros brotes de dengue en la provincia, este estudio pone la lupa no solo en lo epidemiológico sino también en comprender cómo la gente interpreta la enfermedad y decide cómo prevenirla.

El 42% de la población tuvo dengue
Ayer, junto a las autoridades de salud de Posadas y del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA) de Paraguay, los investigadores dieron cuenta de los principales resultados recabados hasta la fecha, pues el estudio continúa.
“Hasta el momento, las personas encuestadas presentaron un porcentaje de contagio del 42,78% y de no contagio 55,3%… lo cual refleja que si bien existen medidas preventivas, estas no son suficientes para disminuir el riesgo de la enfermedad. En relación del rango etario de las personas que participaron del estudio, la mayor cantidad de los encuestados tienen entre 40 y 60 años… pero también abarcamos los otros rangos de edad”, indicó la doctora en ciencias aplicadas, Natalia Amerino, una de las investigadoras del proyecto.
Para Amerino, que solo el 28,3% de los encuestados se haya vacunado “es un dato muy significativo en un contexto donde la circulación del virus está activa la vacunación es una herramienta complementaria a todas las medidas preventivas tradicionales que podamos hacer. Que haya un alto porcentaje de personas no vacunadas puede estar indicando falta de acceso a la vacuna u otras cuestiones que serían relevantes poder trabajar para poder fortalecer esta comunicación para poder llevar a la comunidad de manera clara los alcances, importancias y limitación de la vacunación para que estos porcentajes se reviertan”.
“La decisión de no vacunarse no depende del nivel educativo”
El estudio muestra además que el nivel de educación no es una variable que incidió en la acción de la vacunación “la no vacunación es transversal en relación al nivel educativo, la decisión de no vacunarse no depende del nivel educativo de las personas sino que hay otros factores que están influyendo en esa decisión… ya sea falta de información, falta de acceso o disponibilidad de la vacuna… eso lo analizaremos más adelante”.
El coordinador del proyecto de investigación, Agustín Villareal, quien hizo el análisis de las representaciones sociales del dengue, identificó núcleos de sentido asociados a palabras claves como mosquito, enfermedad, agua y limpieza. Una de las cuestiones que destacó Villareal es que las personas piensan el dengue desde una relación estrecha entre ambiente, higiene y cuidado doméstico, lo que se traduce en prácticas concretas de prevención. No obstante, indicó que la vacuna como medida de prevención está presente en las personas con mayor nivel educativo (terciario y universitario) y prácticamente ausente en el resto de la población.
Qué hace la gente como prevención
El estudio mostró además que la limpieza del hogar (43,8%) es la principal medida que las personas perciben y realizan como medida preventiva contra el Aedes aegypti, el mosquito transmisor del virus del dengue. Recién en segundo lugar se encuentra la eliminación de potenciales criaderos de mosquitos, en tercer lugar la utilización de repelentes, la descacharrización en cuarto y en quinto lugar la fumigación. Esta última acción no es preventiva y por lo tanto desde hace años se trabaja para que la gente no la perciba como tal, pero aún así persiste en las representaciones sociales de los posadeños.
La investigación confirmó además que los vecinos utilizan para informarse los canales interpersonales, a través de amigos y vecinos; y recién en segundo lugar los canales más formales o institucionales, como el equipo de salud.




