A pocos días de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, las panaderías ya viven el clima festivo con una fuerte presencia de productos tradicionales en sus vitrinas y las posadeñas no son la excepción. En ese contexto, Carolina Krawczuk, de Panificados Maná, en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones explicó cómo se viene desarrollando la demanda de panes dulces, budines y panetones, además de trazar un balance del año.
Según detalló, durante las primeras horas de la mañana el local ya se encuentra plenamente abocado a la producción navideña, con especial protagonismo de panetones, pane dulces y el menú festivo. En comparación con años anteriores, indicó que la cantidad de pedidos y reservas disminuyó, aunque destacó un dato llamativo: los clientes se anticiparon más. “Hace más de 20 días comenzaron a llegar consultas por panetones, pan dulces y budines”, señaló.
En cuanto a los precios, aclaró que no se trasladaron en su totalidad los costos reales de la materia prima, aunque reconoció que hubo incrementos y que este año incorporaron nuevos sabores. El panetón premium, elaborado de manera artesanal por el dueño de la panadería, Miguel Krawczuk, se ofrece con frutos secos, nueces, pasas de uva y frutas abrillantadas, y arranca en los 22.000 pesos el kilo. También hay una versión con pistachos, a 20.000 pesos.
El pan dulce con mantecol se vende a 18.000 pesos el kilo, mientras que el rango general de precios va desde los 16.000 hasta los 22.000 pesos, según la variedad. Además, explicó que existen presentaciones desde 800 gramos, pero que también se puede comprar porciones más pequeñas, una opción pensada para quienes desean darse un gusto sin llevar una unidad completa.
Para quienes buscan alternativas más accesibles, Maná ofrece panes dulces tradicionales en distintos tamaños: el de 150 gramos cuesta 7.000 pesos, el de 500 gramos 4.500 pesos y el de 300 gramos 3.000 pesos. “Hay para todos los bolsillos”, resumió.
Respecto a las preferencias del público, afirmó que el panetón sigue siendo el producto más elegido, en parte por la tradición de la panadería y la elaboración artesanal que realiza su padre, quien comienza a trabajar desde las 3 de la madrugada en esta época del año. “La gente viene por ese panetone, se da ese gusto”, señaló.
Además de los productos dulces, también se registra movimiento -aunque con una baja aproximada del 20%– en los pedidos de sándwiches de miga, pancitos para pernil y opciones saladas. Entre los precios destacados, mencionó los sándwiches de miga a 17.500 pesos la docena. A esto se suman piononos rellenos, arrollados de pollo y matambre, que forman parte del menú festivo.
La semana próxima, comenzarán de lleno con el menú navideño, que incluirá vitel toné, picadas y tarteletas, y recordó que los pedidos pueden realizarse por Whatsapp, sin necesidad de acercarse personalmente al local.
En relación al consumo diario, Krawczuk explicó que la venta de pan también muestra cambios: hoy los clientes compran menos cantidad y más para el día, una tendencia que -según indicó- se viene profundizando desde hace unos ocho años, con una preferencia por consumos más pequeños e individuales.
Sobre los horarios, confirmó que la panadería no cierra en las fiestas. El 24 y el 31 de diciembre atenderán hasta las 20, y tanto el 25 como el 1 de enero abrirán a partir de las 7 de la mañana, incluso para quienes quieran buscar algo para el desayuno.
Finalmente, al hacer un balance del año, Krawczuk lo definió como positivo, pese a la caída en las ventas. “Tratamos siempre de reinventarnos. Ante la crisis suelen salir las mejores ideas. Cuidamos a nuestros clientes, y que nos sigan eligiendo no tiene precio”, concluyó.





