El reciente anuncio del Gobierno nacional sobre la habilitación de las estaciones de servicio móviles generó expectativas respecto a una posible mejora en el abastecimiento de combustible en zonas rurales y alejadas. Sin embargo, para el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (CESANE), Faruk Jalaf, la medida no implica un cambio sustancial.
“Es una medida que ya estaba. Lo único que se ha hecho es reglamentarla para que tenga un contexto de seguridad y garantía para el proveedor y el consumidor”, afirmó en una comunicación con la FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Jalaf explicó que estos módulos permiten abastecer a pequeñas localidades o parajes donde no es rentable instalar una estación convencional. Según detalló, la inversión inicial no es menor, ya que los módulos cuentan con un tanque de nafta y otro de gasoil.
Alertó que las estaciones de servicio atraviesan un panorama complejo: “Hoy las estaciones de servicio no son suficientemente rentables porque nuestro costo operativo está muy elevado”, dijo y explicó que para alcanzar el equilibrio financiero se necesita vender más de 300.000 litros por mes.
El empresario cuestionó además la falta de comunicación oficial respecto a los aumentos de combustibles: “No tenemos ninguna información y eso nos deja desorientados. A veces aumentan de noche o dentro de un rato y tenemos que actualizar porque quedamos desconectados”, expresó.
Esa situación, sumada a que “nuestros precios en la provincia son los más elevados”, derivó en una caída de ventas tanto de locales como de extranjeros, un fenómeno que el sector ya viene sintiendo con fuerza.
Valores para el 2026
Al ser consultado sobre el comportamiento de los precios para 2026, el empresario indicó que no se justifica una suba, porque “estamos llegando a un techo”, afirmó. Advirtió que los incrementos sin fundamento perjudica al sector, porque “a veces no hay justificación y vamos perdiendo clientes”, lamentó.
Pese al contexto adverso, Jalaf descartó despidos, ya que “cuesta mucho formar un empleado, y despedirlo es carísimo. Preferimos ir pagándole sueldos y cuidar otros costos”, sostuvo.
“A nadie le gusta que los argentinos empiecen a ir a Brasil o Paraguay a cargar combustible, como está ocurriendo”, remarcó el titular de la Cámara y cerró con un reclamo histórico en el sector: “En Buenos Aires la diferencia es bastante importante respecto a Misiones”.




