Mañana se pondrá en marcha la edición XXXIII de la peregrinación náutica que culminará el lunes 8 de diciembre durante la primera misa que se realizará en la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, en Corrientes. La travesía por aguas del Paraná se realiza desde 1992, gracias al apoyo y colaboración de organismos públicos y privados que, en forma desinteresada, aportan recursos para que se puedan alcanzar los objetivos propuestos. Durante seis días los participantes disfrutan del contacto con la naturaleza y comparten sus metas con otras personas que buscan llegar a la Basílica de Itatí, superando los obstáculos que se presentan.
El profesor de educación física, Wildo Alejandro “Galo” Bernal, es el alma del proyecto que comenzó a través de la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Posadas. “Se salía desde acá con un grupo de vecinos y allegados, el entrenamiento no era óptimo, nos juntábamos e íbamos como podíamos. En 2007 comenzamos a salir desde Ituzaingó porque se ponía difícil y peligroso remar a partir de la represa”, explicó.
Desde entonces, “el grupo se fue fortaleciendo, integrando a gente muy buena que ayudó al crecimiento y a que tengamos cada vez más recursos como un tráiler para piraguas, un motorhome, un utilitario y todo lo necesario para la cocina”, añadió. Este año, a raíz de la crisis económica, “se achicó el grupo. Estamos yendo 22, la mitad de los integrantes”.
El jueves 4 salen desde Ituzaingó con ocho piraguas, dos kayaks, una lancha de apoyo y una canoa con motor, además del grupo de apoyo logístico que se maneja por tierra.
Durante estos 33 años “nos pasó de todo: tormentas muy fuertes, viento, sol. Lo bueno es que siempre logramos el objetivo que es llegar, con la bendición de que no nos pasó nada grave”.

Bernal empezó con el deporte, pero, con el tiempo, “cambió mi vida. Es el momento del año donde me siento muy cerca de la Virgen. Se nota el cambio. Muchos se volvieron creyentes y nos pasaron cosas increíbles. Nos sentimos bendecidos”. Hace veinte años que Gustavo Aquino forma parte del grupo, primero remando y, ahora, a cargo de la cocina, junto al equipo conformado por su esposa, Diana Toledo, hijos: Mateo y Eduardo y su amiga, Dora Pedrozo.
“Gracias a las donaciones que recibimos de mercados, panaderías y con algo de nuestro bolsillo, nos ocupamos de cocinar (estofados, guisos, empanadas, reviro, chipa) para que todos los que van, repongan energías”, contó. Surgió como una invitación a remar por parte del profesor y “me gustó. Fueron varios años de remero y cuando conocí a la Virgen, me hizo muy bien, a mí, a mi familia, a mi economía, a mi trabajo, en la salud. Eso me motiva hoy. Siempre trato de ir, como sea”.
Es el octavo año que Mirta Kasalaba (66) acompaña a esta peregrinación. “Voy en piragua con mi compañera de equipo, María Silvia Ortega. Empecé a remar de grande y me encanta. Cada año es más grande mi fe. Cada vez que llegamos, le digo a la Virgen que, si me da salud, el año que viene vuelvo. Y acá estamos otra vez por cumplir ese sueño de llegar a su casa”, dijo. Contó que se prepara con mucho remo. “Hay que hacer resistencia. El río cambia mucho, a veces está picado, otras manso, a veces muy bajo. Todos los años es una experiencia diferente y hermosa. Mis hijos se fueron y dije ¿qué hago en casa? Tenía miedo al agua y respeto. Ahora mantengo el respeto, al miedo prácticamente lo perdí”, comentó.

Gabriel que lo acompaña desde pequeño.
Javier Zissu experimentó la travesía en 2007 y “fue una experiencia que me cambió la vida en lo mental, espiritual y físico. Es muy especial el momento de la llegada, el respeto de la gente, el lugar que tenemos en la Basílica, la misa para ponerse en comunión con Dios y pedirle, dentro de los defectos que tengo, ser una mejor persona”.
Es la primera vez que Facundo Rojas participará junto a Celeste Paz, su pareja de remo. “Este año decidimos. Nos encantó el grupo y creo que vamos a pasar de diez”, señalaron.
Cesar Martina va desde 2009. “Es un evento muy lindo, muy especial, no me lo pierdo por nada. Se comparten cosas lindas, creencias, y el grupo de gente. Todos los años es algo nuevo. Si le gusta el remo, el agua, el río, es la mejor experiencia”.






