El final de la calurosa tarde del sábado abrió el paso a la ya tradicional “Vigilia por Andrés”, un evento cultural que se instaló en el calendario y se realizó a los pies del imponente monumento a Andrés Guacurarí, en la costanera posadeña.
La velada convocó a la comunidad a rendir homenaje al prócer nacional en vísperas de su natalicio, que se celebra cada 30 de noviembre. Organizada por la Secretaría de Estado de Cultura de la Provincia, la celebración de este año no solo recordó la figura de Andresito –cuyo natalicio dio origen al Día Nacional del Mate– sino que también incluyó un sentido tributo al acordeonista Raúl Barboza, maestro del chamamé que llevó la música del Litoral al mundo.
Reivindicación y libertad
El espíritu de la jornada fue resumido por las voces de los referentes culturales presentes. Ernesto Lozina, subsecretario de Relaciones Públicas e Institucionales de la cartera cultural, destacó la importancia de “mantener viva la memoria y celebrar a un sujeto histórico de enorme relevancia, cuyo legado debemos reivindicar aún con más fuerza en estos tiempos”.
En tanto, el percusionista Cacho Bernal (doctor honoris causa por la UNaM) recordó el legado de Barboza, que “nos habla de la libertad, de poder fusionar géneros, de ser libres al hacer música. Nos enseñó que desde esa libertad también se forja la identidad”.
Por su parte, la cantautora Silvia Zabzuk celebró la posibilidad de conmemorar a una figura central para la historia misionera como Andresito y a un referente cultural como Barboza, expresando la alegría de “compartir con colegas y con el público misionero”.

Desfile artístico y homenajes
El escenario se encendió con un desfile artístico de primer nivel. La velada comenzó con “La Melchora”, agrupación musical patriótica que interpretó clásicos como “Misionerita” y “La Calandria”, seguida por la Escuela Superior de Danzas de la Provincia y su espectáculo “De raza guaraní”.
El joven violinista Andresito De Lima ofreció piezas regionales antes de dar paso a la obereña Silvia Zabzuk, quien emocionó con canciones propias y clásicos de Ramón Ayala como “Posadeña linda” junto a su colega Cecilia Pahl. El segmento dedicado a “El Mensú” culminó con “Retrato de un pescador” en la voz de Pahl.
También se destacaron el músico chaqueño Mario Prieto Linares, recorriendo chamamés clásicos, y el Trío Roy – Bernal – Peralta, que deslumbró con una mixtura de ritmos como polca, jazz y gualambao.
El gran cierre musical estuvo a cargo del acordeonista Nicolás Encina, quien, acompañado por el guitarrista Pablo Assaf, rindió el homenaje central a Raúl Barboza y se despidió con “Compadre que tiene el vino”.
Con la entonación del Himno Nacional Argentino, ya pasada la medianoche, se dio por concluida la velada, que también contó con la feria de emprendedores “Sapucai’ y la activa participación del público con sus aplausos y alguna figura de baile.
La Vigilia volvió a recordar la figura de Andrés Guacurarí y Artigas –héroe nacional y prócer misionero–, cuyo legado representa la libertad, la dignidad y la proyección territorial y económica de un pueblo que se reconoce en su historia.









