
El fiscal del Tribunal Penal de esta ciudad ordenó la detención inmediata de un testigo que confesó un pacto de mentiras contra su sobrino, el joven Pablo Schoenfisch (23), quien está en el banquillo de los acusados por el crimen de su madre Faustina Antúnez (57) y por el grave ataque que dejó ciego a su padre, el exintendente de Santiago de Liniers, Arnoldo Schoenfisch (64).
El ahora imputado por falso testimonio es Rubén Schoenfisch (59), quien alegó que junto a un familiar (un primo) y otro hombre acordaron “decir todos lo mismo”, respecto a que vieron que “Pablito tenía sangre en su pantalón” el día del hecho. Esto motivó además, que los jueces ordenen la comparencia de los otros dos supuestos implicados en el “arreglo” para guionar lo que tenían que manifestar ante las autoridades.
Esta declaración fue en el marco de la quinta jornada del juicio oral y público que se le sigue al mencionado joven por atacar a balazos a sus progenitores, con el trágico saldo de la muerte de “Tina”, como le decían en forma cariñosa a la víctima fatal.
El homicidio fue cometido la madrugada del 14 de mayo de 2020, en Santiago de Liniers. Pese a los intentos con varios planteos de la defensa para que no se concrete la detención del tío del encartado, el Tribunal resolvió que permanezca privado de su libertad bajo sospecha de falso testimonio y se remitieron las actuaciones al fiscal de Instrucción en turno en Eldorado.
En varias ocasiones el mismo testigo dijo “no recordar sus declaraciones en la etapa de instrucción” e incluso apuntó contra su propio hermano (que fue víctima) al decir que al llegar a la escena del crimen su otro hermano (Alberto Schoenfisch, vecino del lugar y uno de los primeros en llegar) le refirió: “este Polaco hizo cagada. Hasta yo pensé que éste hizo cagada”, expresó. Cuando la defensa le preguntó directamente si mintió respecto a las manchas de sangre ante la Justicia, el testigo contestó que “sí”.
También negó haber dicho “que hubo amenazas de muerte de Pablo hacia sus padres”, pese a que el fiscal del Tribunal, Federico José Rodríguez, hizo que le leyeran para recordar sus declaraciones en sede judicial. Ante las contradicciones respecto a lo que dijo a la Justicia durante la investigación y lo que contestó ayer, Rodríguez pidió su inmediata detención. Antes de ser arrestado, Rubén insistió en que igualmente “nunca vio manchas de sangre en el pantalón de su sobrino”.
En segundo término, declaró Rocío Celeste Slámovits (29), cuñada del acusado, quien contó que horas antes de su muerte, Faustina Antúnez detectó el faltante de dinero en su cuenta de la tarjeta de débito y estaba redactando una nota para presentar en el banco local. El objetivo de dicha misiva era que la entidad bancaria cediera a las autoridades las filmaciones del cajero, para observar quién le sustrajo 38 mil pesos. Luego se sabría que el cajero no posee cámara.
El dato es relevante porque en esa reunión, tal como contó Slámovits, “estuvo presente Pablo Schoenfisch”, a quien vio por última vez esa noche alrededor de las 21. Una de las hipótesis de la acusación es que el encartado podría haber utilizado la tarjeta de su madre para extraer el dinero.
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Violencia física y lágrimas
El tercer testimonio de la jornada fue el de una exempleada doméstica de las víctimas, Gladis Esther Aquino (26), quien aseguró que días previos al hecho el imputado le dijo que “qué pasaría si mato a papá y mamá y me pillan”. También reveló que la violencia “no era solo verbal, como decirle a su madre ‘vieja de mierda’ ya que en una ocasión Pablo Schoenfisch empujó a su madre arrojándola al piso porque le sacó el teléfono celular”.
Al igual que Slámovits, la joven coincidió en que la relación padres-hijo estaba muy deteriorada desde tiempo antes, “había conflictos permanentes porque el acusado no estudiaba y era rebelde”. En un momento se quebró al recordar que el trato que tenían con ella sus patrones (los padres del imputado) era como al de una hija.
Por último, declaró el actual intendente de Santiago de Liniers, Miguel Ángel Szumkoski, medio hermano del sospechoso. Reveló además que su padre, tras ser dado de alta, le reprochó a otro hermano (Lucas) “que no defienda a Pablito, que no sea boludo, porque si a mí me metió un tiro, a vos te va a liquidar”.
Esto coincide con lo dicho por Lucas Szumkoski, que reveló que en esa misma reunión su padre le dijo (por defender a Pablo): “mirá cómo me dejó ciego, mató a tu mamá y vos le defendés. Vos te vas a arrodillar y te va a pegar un tiro”.
Vale recordar que Arnoldo Schoenfisch, pese a ser víctima, se autoincriminó al inicio del juicio al referir que él disparó a su pareja y se intentó matar, sin embargo la Justicia lo desestimó. Por otra parte, las manchas que se mencionan no eran de sangre.
El debate continuará el próximo jueves 27 de noviembre, aunque podría adelantarse 24 horas si la defensa de Schoenfisch logra sortear un compromiso judicial.

“Mataste a mamá”
Durante la etapa testimonial y tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, hubo varios testigos que complicaron la situación procesal del acusado.
Uno de ellos fue Lucas Szumkoski (35), medio hermano de Pablo Schoenfisch, declaró el pasado miércoles que Pablo le confesó el crimen cuando lo visitó en la comisaría. “Le dije: ‘¿Sabés que mataste a mamá?’ y, como si nada, me contestó que ‘sí’”.
Imputado declaró por tercera vez
El acusado pidió para declarar ayer por tercera vez y volvió a insistir en su inocencia y dijo “que fueron varios los testigos que mintieron, yo no necesitaba dinero y solo discutía verbalmente con mis padres”. Agregó que “la policía lo torturó en la comisaría”.
La situación procesal del sospechoso se complicó, teniendo en cuenta la cantidad de testigos que ratificaron que existían discusiones y conflictos muy violentos entre el acusado y sus padres. A esto se suma que el miércoles un subcomisario contó que al interrogarlo el día del hecho y antes de detenerlo, dijo que “vio a sus padres, para él muertos, y se fue a dormir y que descansó bien”.




