
Siendo verdaderamente sinceros, a todos nos gustaría experimentar el estado “flow” casi de forma permanente. Sentirnos en ese espacio donde no existe el tiempo ni las preocupaciones.
Ya lo aseguran los especialistas: el estado de “flow” (o fluidez) beneficia el cerebro al aumentar la concentración, la creatividad y la motivación interior, además de mejorar la regulación emocional y el bienestar.
Algo sumamente importante es que este estado promueve la realización personal al permitir que una persona se sumerja completamente en una tarea, reduciendo el estrés y el malestar al olvidar preocupaciones externas.
Muchas mujeres tejedoras aseguran que estar atentas a sus creaciones las transporta a “otro mundo” y así es, sin salir de casa o en el trabajo que te apasiona, se puede lograr.
¿De qué se trata?
El estado de flow es una capacidad humana y el primero a escribir sobre ella fue el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi en el año 1990 en su libro titulado “Optimal State of Consciousness Where We Feel Our Best and Perform our Best”. (El estado de consciencia óptimo donde nos sentimos mejor y rendimos lo mejor posible).
Estás plenamente concentrado en la tarea, pero sin esfuerzo alguno y tienes la seguridad absoluta que conseguirás aquello por lo cual has entrenado.
Estar en modo “flow” requiere conocimiento, esta es la premisa que te llevará a una conexión completa.
El escritor Ramón Oliver recuerda que dos días y medio fue el tiempo que le llevó al novelista irlandés John Boyne (Dublín, 1971) escribir del tirón el primer borrador del que hasta la fecha es su mayor éxito editorial, El niño con el pijama de rayas (Salamandra, 2007). Dos días y medio de escritura frenética, sin apenas comer ni dormir. El autor declaró más tarde que había tenido la sensación de que el niño protagonista le susurraba al oído las palabras que debía escribir, empujándolo a llegar hasta el final de la historia. Con apuntador imaginario o no, probablemente lo que Boyne experimentó durante esas sesenta horas de éxtasis productivo es lo que los expertos organizacionales llaman “estado de flujo”.

Hacer foco
Ante este fantástico ejemplo debemos tener en cuenta que es sumamente importante enfocarse plenamente en el proceso y no en el resultado final, evitando la multitarea y concentrándote en una actividad a la vez.
Se puede interpretar un estado de “flow” cuando se equilibra la habilidad de la lectura y ese sumergirse en ella, como cuando leemos un libro y perdimos la noción del tiempo.
También se suele experimentar durante la preparación de una comida especial, con el riesgo de lastimarnos con el cuchillo sin darnos cuenta, pero nada tiene que ver si es que ese accidente ocurrió por estar pensando en otra cosa, pues eso ya no sería fluir sino desatender el aquí y ahora.
Durante este estado, nuestro cerebro libera dopamina, el neurotransmisor del placer, que nos motiva a continuar. Además, al estar completamente concentrados, nos relajamos y fomentamos una sensación de logro y autocompetencia, lo que potencia nuestra autoestima.
Vivir realmente el presente siempre es un descanso, es como entrar en un mundo diferente en el que solo cuenta ese momento y lo que hacemos con ese tiempo, el cual sentimos completamente nuestro, bien aprovechado y disfrutado al máximo, algo que no nos suele ocurrir en la vida diaria.
Esta experiencia se caracteriza por una sensación de disfrute, control, satisfacción y un rendimiento elevado, ya que la atención se centra por completo en la tarea sin distracciones.
Le preguntamos a la inteligencia artificial y nos dijo que este estado promueve la regulación emocional, ayuda a desarrollarla porque la persona se involucra profundamente en una tarea, que ayuda a desviar la mente de preocupaciones y ansiedades.
Aumenta la realización y la felicidad: al disfrutar más de la actividad y sentirse completamente comprometido, se experimenta una mayor sensación de satisfacción y bienestar.
Ahora, les sugiero que cierren los ojos, respiren profundamente, lleven la mano al corazón y sientan, ¿qué amaba hacer de niño? Y luego ponte en acción.
Crea una vida con sentido
Para mantener el estado de flow, debes eliminar distracciones, establecer metas claras y desafiantes que se ajusten a tus habilidades, y enfocarte en la tarea presente en lugar de en el resultado final.
Crear un ritual de inicio, mantener la concentración y disfrutar del proceso también son clave para sostener este estado mental. Crea un entorno libre de interrupciones: Desactiva notificaciones en tu teléfono y computadora, organiza tu espacio de trabajo y avisa a otros que necesitas concentrarte.






