El mercado automotor transita semanas de movimiento irregular en Misiones, marcado por pausas asociadas al clima político y una recuperación que comenzó a insinuarse después de las elecciones. El secretario de la Cámara de Comercio Automotor de Misiones, Fabián Malarczuk, explicó que el sector atravesó un ciclo cambiante, aunque con señales que permiten proyectar un cierre más dinámico. Señaló que el año presentó tramos muy diferentes, con un inicio firme, una baja posterior y una mejora a mitad del calendario. Comentó que la llegada de los comicios volvió a frenar operaciones porque muchos compradores prefirieron esperar hasta conocer el escenario económico.
En diálogo con FM de las Misiones, afirmó que “se han congelado las operaciones comerciales que estaban pendientes hasta ver cómo pintaba el panorama” y que ahora existe una percepción más clara sobre estabilidad y posible baja de tasas, lo que genera consultas constantes.
La actividad suele acelerarse entre noviembre y diciembre debido a decisiones familiares postergadas durante meses anteriores. El dirigente recordó que históricamente agosto mostró el mejor rendimiento, aunque en esta ocasión el proceso electoral obligó a trasladar planes. Planteó que “la gente postergó sus decisiones en cuanto a las compras de vehículos” y que muchos compradores reorganizaron sus posibilidades para concretarlas antes del cierre anual. La expectativa interna es que los próximos días aporten un repunte sostenido. Explicó también que el segmento en el que trabajan se mueve principalmente con dos perfiles; el segundo vehículo para familias que ya cuentan con uno y el primer auto para jóvenes que inician su vida profesional. También aparece la búsqueda de unidades recientes ante la diferencia de precios entre modelos cero kilómetro y usados casi nuevos.
En cuanto a valores, Malarczuk detalló que los vehículos nuevos tuvieron incrementos superiores a la inflación. Indicó que “la suba fue de un 3,6-3,7 por ciento en promedio”, aunque algunas marcas aplicaron ajustes más fuertes que otras. Comentó que no logra encontrar una justificación clara para ese comportamiento, sobre todo porque el dólar mostró variaciones descendentes y la cercanía de un nuevo año resta atractivo a unidades recién patentadas. Sobre los usados, explicó que se movieron alrededor del dos por ciento, acompañando el índice general y en ciertos casos quedando levemente por debajo.
Las modalidades de pago también experimentaron variaciones. El secretario explicó que cuando el dólar se mueve con fuerza aparecen compradores que desean colocar esas divisas en unidades automotoras. Expresó que “siempre que se mueve el dólar, la gente sale a comprar los vehículos” y que existen operaciones mixtas donde se combinan entregas en distintas monedas y permutas de modelos ya utilizados. El abanico de opciones se amplía cuando las familias buscan reemplazar unidades o realizar una primera inversión.
Sobre las preferencias del público, afirmó que cada marca conserva un grupo fiel. Relató que muchas personas llegan con una postura definida y que resulta complejo convencerlas para cambiar de origen. Dijo que “toda la gente tiene su corazoncito puesto en su marca” y que la elección responde a experiencias positivas anteriores. Señaló que los vehículos japoneses suelen destacarse por confiabilidad, mientras que otros fabricantes ofrecen terminaciones más sofisticadas, aunque esa diferencia no modifica el apego construído por quienes ya tuvieron modelos de determinadas líneas.





