Impulsada por demandas sociales desatendidas y con el mismo espíritu de los históricos fundadores, la gente de Pindapoy reactivó la lucha por la municipalización, a más de cincuenta años de su conformación como pueblo.
José Mario Óscar Rivas, docente, historiador y actual presidente de la Comisión de Fomento Pro-municipio, contó a PRIMERA EDICIÓN que el proceso está avanzado, que cuenta con el apoyo mayoritario de sus pobladores y con un proyecto de ley que ya tomó estado parlamentario en la Cámara de Representantes de Misiones.
“Tarde o temprano, Pindapoy va a ser declarado municipio”, afirmó Rivas, tras reflejar el optimismo que recorre a la población.
Esta nueva conformación de la comisión, de la cual el hombre es presidente, recogió una idea que existía desde que el poblado fue constituido como tal en 1965, pero además suma demandas nuevas que San José, el municipio de cabecera, ya no puede atender.
“La historia de la búsqueda de autonomía es larga y está marcada por el auge y la caída de la empresa que lleva el mismo nombre de nuestra localidad. En octubre de 1973, se conformó la primera comisión vecinal pro-ayuda del barrio Pindapoy, la cual concretó acciones vitales como la construcción del primer centro de atención primaria de la salud, una sede del correo, entre otras”, acotó el historiador.
Sin embargo, en la década de los ‘90, junto con la liquidación final de la empresa Pindapoy y la paralización de la estación de trenes, “en esos años la caída de la empresa llevó a total la desintegración de la comisión, en parte porque mucha gente se fue del pueblo y en parte porque los integrantes de la comisión, que ya tenían sus años, fallecieron”, rememoró el docente quien también es historiador y trabaja por la conservación de la memoria de uno de los pueblos más florecientes que tuvo Misiones, pero que actualmente se halla en el olvido.
“Hoy, solo quedan dos miembros vivos de aquella histórica comisión vecinal: Calixto Rodríguez y Blas Américo Rivas. Por ello nuestra premura para que en marzo de 2024 ante la imperiosa necesidad de autonomía y poner fin al abandono que padecemos en todos los sentidos, refundamos la comisión e impulsamos la construcción de la comisaría, un asunto que estaba pendiente hacía muchísimos años”, dijo.
Y agregó: “Otras de estas cuestiones fue reflotar esta idea de municipalizar”.
El proyecto tomó forma gracias al asesoramiento desde la Cámara de Representantes y teniendo como base los expedientes de municipios recientemente creados como Pozo Azul, Salto Encantado, y Dos Hermanas, entre otros.
“Los datos del último censo y la aparición de Pindapoy, considerada como localidad y no como barrio, son otros de los avales que tenemos”, enfatizó el docente.

En honor a los pioneros
La historia de la región, cuyo nombre es de origen guaraní y que significa “anzuelo fino”, es rica y milenaria. Antes de la llegada de los jesuitas, lo que hoy se llama “Pindapoy” era una zona propicia para la pesca. Luego, durante la guerra de la Triple Alianza, el poblado se convirtió en una zona de tránsito de soldados, y estuvo habitada por una gran población guaraní.
“La trascendencia de la zona se reafirma en la guerra de la Triple Alianza, cuando aquí existió un gran campamento paraguayo, y se instaló cerca de donde se encuentra la casilla del peaje. Con el advenimiento de los inmigrantes, la red ferroviaria en 1912 y la estación inaugurada en1930, el lugar cobró nueva vida. Finalmente, con la llegada de los hermanos Próspero y Carmelo Bovino, quienes observaron que el lugar era propicio para la producción el comercio, la historia del poblado se fusionó con la empresa cítrica que llevó el nombre de Pindapoy, que si bien no nació allí, sino en Corrientes, se estableció, floreció y dio fuerte crecimiento al poblado.
“La empresa de los hermanos Bovino le otorgó identidad a todo este sector, culminando con el loteo de 1965 que le dio su forma urbana actual. En sus orígenes ya estaba pensado para que sea municipio y no barrio. Así que por historia y por identidad vamos a dar esa batalla en honor a nuestros pioneros”, enfatizó Rivas.








