La baja producción de mamón, materia prima esencial para la elaboración de fruta abrillantada, provocó una fuerte retracción en las ventas de la Cooperativa Alto Uruguay Limitada (CAUL), en torno al 50%. A esto se le suma el consumo estático que no repunta y los altos costos que deben afrontar desde la Cooperativa en servicios, con el 60% de los socios morosos.
La fruta abrillantada es el “caballito de batalla” de la CAUL y ven con preocupación el no poder cumplir con la producción de todos los años. “El volumen fue muy inferior al del año pasado, pudimos acopiar solo entre un 55 y un 60% del mamón de 2024. Este año las heladas fueron severas en nuestra zona”, explicó el presidente de la entidad, Fernando Da Silva, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
En esta línea, Da Silva aclaró que “no es una cuestión tanto del mercado este año sino de las heladas, que el productor perdió prácticamente toda su producción”, lamentó.
El dirigente detalló que la caída en la producción repercutirá directamente en las ventas de fin de año: “Lo fuerte para nosotros es diciembre, pero estimamos que la baja rondará el 50%, fácil”, apuntó.
La cooperativa del Alto Uruguay emplea a 120 trabajadores en sus distintas áreas y cuenta con 9.800 socios, por eso, Da Silva resaltó que “cumple un rol importante, principalmente al ser el área de concesión en una zona rural, de pueblos chicos, y la verdad que mueve la microeconomía de esta zona, ayuda muchísimo ya sea con los productores como con la industria“, comentó.
Altos costos y consumo sin repunte
Por otro lado, además la CAUL se dedica a la distribución de energía eléctrica y agua potable, rubros que también atraviesan dificultades. “Estamos pudiendo pagar la factura a EMSA, pero con muchísimo esfuerzo. No nos queda mucho margen”, señaló Da Silva.
Indicó que el estatuto de la cooperativa permite a los socios adeudar una factura, y que cada vez más usuarios recurren a ese beneficio. “Se nota que la situación económica está compleja; estimamos que la morosidad ronda el 60%”, precisó.
Asimismo, otro golpe lo sufre la fábrica que produce, además de fruta abrillantada, quesos y pickles debido al consumo en recesión que no repunta. Al respecto, Da Silva explicó que en el sector lácteo “venimos cumpliendo con los productores, realizando los pagos cada quince días”, pero advirtió que “se acerca una época del año donde se complica un poco”, teniendo en cuenta que el fuerte de todo lo que es lácteo es en Semana Santa.
A la par, desde la CAUL deben competir con quesos que vienen de otras provincias “lo que nos obliga a trabajar con márgenes muy pequeños o empatando”, expresó.
“Necesitamos que se reactive el consumo y que el clima acompañe. Este año las heladas nos jugaron en contra, pero seguimos trabajando día a día para mantener la producción y sostener a nuestros socios”, finalizó Da Silva.




