El comercio, principal fuente de empleo privado en Posadas, está atravesando una de las crisis más profundas de los últimos años. La combinación de caída del consumo interno, retracción de ventas y pérdida del flujo de compradores extranjeros derivó en una situación que los trabajadores describen como “desesperante”.
Agustín Gómez, secretario gremial del Centro de Empleados de Comercio (CEC) Posadas, confirmó a PRIMERA EDICIÓN que en las últimas semanas se multiplicaron los despidos, retiros voluntarios y suspensiones en distintos rubros. “En el comercio en general está habiendo achique de personal. Hay despidos directamente. Están muy filosos con el tema. Ante cualquier situación directamente despiden”, advirtió.
La realidad se repite en locales de todos los tamaños. “Una casa de regalos del centro despidió a diez personas. Una mueblería de la avenida Corrientes también tuvo bajas, y un frigorífico sobre la ruta 12 hizo lo mismo. Hay una cadena de supermercados que, además de despedir, está contratando chicos de una cooperativa que no son empleados de comercio, pero realizan las mismas tareas”, detalló.
A esta situación se suma el cierre de sucursales. “Una casa de muebles de la calle Uruguay, que tiene su sede central en Rosario, cerró su local en Posadas la semana pasada. Había cuatro trabajadores y todavía no cobraron la liquidación”, precisó Gómez. También señaló casos de empresas que pagan salarios en cuotas o con retraso, y mayoristas que advierten un parate total.
“Un delegado nos contó que la empresa tuvo una reunión virtual con la central y les dijeron que hasta diciembre no habrá repunte, pero que en ese mes podrían venir despidos”, reveló.
El golpe del consumo en caída
La contracción de las ventas comenzó a notarse con fuerza en diciembre de 2023, tras la devaluación del peso y el encarecimiento de los precios en relación con los países vecinos. La suspensión del flujo de compradores paraguayos y brasileños, que durante años sostuvieron el movimiento en el centro y las grandes superficies comerciales de Posadas, provocó un cambio estructural.
“Antes éramos baratos y la gente venía a comprar desde Encarnación o Foz, pero eso se terminó. Ahora estamos más caros que ellos y los salones están vacíos”, resumen los empleados. En el microcentro, los carteles de “se alquila” se multiplican y varios locales permanecen cerrados desde hace meses.
El diagnóstico del CEC es contundente: el sector comercial posadeño está en recesión, sin expectativas de repunte a corto plazo. Y los primeros en sentir el impacto son los trabajadores, que acuden cada semana al sindicato por asesoramiento o contención ante despidos, incumplimientos salariales y cierres.
Golpe al empleo privado
El comercio es la principal fuente de empleo en Posadas y uno de los motores económicos más importantes de la provincia. La pérdida de dinamismo no solo afecta a las grandes superficies, sino también a las PyMEs familiares, ferreterías, casas de electrodomésticos, tiendas de ropa y negocios gastronómicos que conforman la red laboral de miles de posadeños.
Gómez aseguró que el sindicato recibe todos los días nuevos casos de trabajadores despedidos o con problemas salariales. “Los compañeros vienen al gremio buscando ayuda porque los echan o les pagan mal. Es una situación angustiante”, dijo. La parálisis golpea de lleno al consumo interno y al tejido social.
“La situación se agrava y no hay expectativas de repunte. Los locales están vacíos, no hay ventas, y cada vez hay más carteles de alquiler en el centro”, resumió un comerciante. El panorama para los próximos meses se anticipa difícil y sin horizonte claro. Creen que en el verano la situación se puede agudizar aún más.
Achique en el Hiper Libertad
El Hipermercado Libertad, uno de los establecimientos más grandes de la capital provincial, atraviesa también un proceso de reducción de personal y reconversión comercial. “Hay retiro voluntario en el Hiper. Le están dando la posibilidad a los compañeros que deciden irse. Hay baja venta como en todos lados, está complicado, al Hiper también le está pegando esta recesión”, explicó Gómez.
Hasta el momento, unas 20 personas ya aceptaron el retiro voluntario, aunque se espera que la cifra aumente en las próximas semanas. El establecimiento pasará de funcionar como “Hipermercado Libertad” a “Supermercado Libertad”, con una reducción drástica en su estructura y personal.
Según detallaron delegados, el local pasará a operar con cerca de 60 trabajadores. “Van a hacer un supermercado más chico, van a reducir el espacio y el resto lo van a alquilar”, indicaron.
El cambio de nombre y formato comercial marca el fin de una etapa para una de las tiendas más emblemáticas del consumo posadeño, que durante años fue un polo de empleo y compras.
La decisión responde a la caída generalizada de las ventas y a la necesidad de achicar costos. “Están complejos por la misma situación que se está atravesando en todo el país. Las ventas no repuntan, hay pasillos vacíos”.





