La tensión por las negociaciones paritarias del sector maderero sumó un nuevo capítulo luego de que la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) y la Confederación Económica de Misiones (CEM) salieran a rechazar públicamente los ataques personales contra dirigentes empresarios en el marco del debate salarial. Ambas entidades emitieron comunicados en defensa del presidente de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP), ingeniero Enrique Bongers, luego de que el Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera (USIMRA) difundiera duras críticas en redes sociales.
Desde FAIMA señalaron que no ven con buenos ojos “la personalización del debate paritario ni la atribución de responsabilidades individuales a autoridades de cámaras asociadas”, y enfatizaron que el intercambio debe mantenerse en el plano estrictamente institucional.
“La Federación rechaza toda descalificación dirigida hacia el ingeniero Enrique Bongers, así como hacia cualquier representante sectorial”, expresaron en un documento firmado por su presidenta, Mercedes Omeñuka. La entidad nacional consideró que las diferencias propias de una negociación laboral “deben canalizarse dentro de los ámbitos formales y con el debido respeto por todas las partes”.
La federación que agrupa a las cámaras madereras del país hizo además un llamado a un diálogo sereno y responsable, convencida de que “la negociación es siempre la herramienta adecuada para alcanzar acuerdos que contemplen los intereses de trabajadores, empresas y de toda la cadena forestoindustrial”.
FAIMA sostuvo que confía en que “con predisposición y buena fe” podrá reconducirse el proceso hacia una solución que priorice el bienestar del sector, evite la escalada de tensiones y permita continuar trabajando “en un clima de cooperación”.
Por su parte, la Confederación Económica de Misiones (CEM) también manifestó su repudio “absoluto” a las acusaciones vertidas contra el titular de AMAYADAP.
“Reprobamos y rechazamos absolutamente las acusaciones públicas contra todo dirigente gremial empresario. Repudiamos las calumnias efectuadas en redes sociales al presidente de Amayadap, ingeniero Enrique Bongers, por parte del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera”, señaló el comunicado.
La CEM instó a “encontrar un acercamiento de partes en el delicado contexto que atraviesan el sector industrial, foresto–industrial y las pymes” y pidió privilegiar el diálogo institucional como única vía para la resolución de conflictos.
El origen del conflicto
El pronunciamiento de ambas entidades ocurre en medio de un fuerte malestar de AMAYADAP por los acuerdos salariales alcanzados entre FAIMA y USIMRA. La cámara misionera, que agrupa a los principales aserraderos del norte, advirtió que evalúa su continuidad dentro de la federación nacional al considerar que los paritarios de FAIMA no representan la realidad económica del sector.
“Estamos analizando salir de FAIMA porque no nos sentimos representados por los aumentos que acuerdan. El gremio quiere cerrar una nueva paritaria que abarque hasta marzo, cuando todavía estamos lidiando con el impacto del último convenio”, señaló Bongers días atrás.
El dirigente explicó que la negociación anterior implicó subas sucesivas del 2%, 2% y 1,6%, que resultaron difíciles de afrontar para las industrias misioneras, especialmente en un contexto de baja demanda y menor capacidad operativa.
Desde la cámara local propusieron suspender las paritarias hasta fin de año y retomar el diálogo en enero, para permitir que las empresas puedan afrontar el pago de aguinaldos y vacaciones. “No pedimos no pagar, pedimos tiempo para sostener la mano de obra”, aclaró Bongers.
También remarcó que los paritarios designados por FAIMA “no consideran la realidad de las provincias forestales” y se mostró de acuerdo con la propuesta del Gobierno Nacional de avanzar hacia un esquema de negociaciones por regiones, que contemple las diferencias productivas entre Misiones y otras zonas del país.
Clima de tensión y llamado al consenso
El conflicto gremial y las declaraciones cruzadas derivaron en un clima de tensión en el sector forestoindustrial, que atraviesa una coyuntura compleja por la caída de la actividad y los costos crecientes.
La intervención de FAIMA y la CEM busca poner paños fríos a la disputa y restablecer un canal de diálogo entre las partes, en momentos en que la industria maderera de Misiones emplea a miles de trabajadores y enfrenta márgenes cada vez más ajustados.
Tanto FAIMA como la CEM coincidieron en que “las diferencias no deben resolverse en el terreno personal ni en las redes sociales”, sino en los espacios formales de negociación y con la participación de todas las entidades involucradas.
El llamado al respeto mutuo y al diálogo institucional se produce en un contexto donde los empresarios reclaman previsibilidad y tiempo para sostener los empleos, mientras que los trabajadores piden recomposiciones salariales que acompañen la inflación.





