El esquema cambiario vigente atraviesa un momento crítico. Especialistas financieros y referentes del sector productivo coinciden en que el Gobierno deberá resolver pronto la cuestión del régimen cambiario, pese a haber ganado algo de tiempo desde el triunfo electoral del 26 de octubre.
Según analistas del mercado, el sistema de bandas cambiarias luce cada vez menos confiable, y la falta de definiciones alimenta la incertidumbre. Si bien la presión dolarizadora que dominó septiembre y octubre se moderó, el clima en la City sigue marcado por la cautela y las operaciones especulativas.
En la primera rueda de la semana, el dólar mayorista volvió a subir 2,56% y cerró en $1.482, muy cerca del techo de la banda cambiaria. El volumen operado también repuntó, alcanzando los u$s58 millones, frente a los u$s359 millones del viernes previo. En el mercado interpretan que el Gobierno deberá definir pronto el próximo esquema para evitar mayores presiones sobre la divisa y contener la volatilidad.
Durante el último fin de semana, versiones cruzadas agitaron el debate sobre el futuro del peso. Algunas fuentes deslizaron a Iprofesional que la administración Milei podría evaluar una dolarización total de la economía.
En esta línea, Financial Times reveló que la Casa Blanca habría consultado al economista Steve Hanke sobre la posibilidad de impulsar esquemas dolarizadores en economías emergentes, entre ellas la argentina. Hanke —recordado por su propuesta de los ‘90— aseguró que, a diferencia de aquella época, hoy el interés partiría del propio gobierno estadounidense. Se suma a las declaraciones de Domingo Cavallo, proponiendo una convertibilidad entre el peso y el dólar.
Sin embargo, los especialistas advierten que una medida de esa magnitud implicaría renunciar a la política monetaria y atar el desempeño económico a la dinámica de Estados Unidos, un riesgo considerable en un contexto de fragilidad fiscal y reservas escasas.
Faltan dólares
La prioridad inmediata del Gobierno pasa por recomponer las reservas del Banco Central. Según estimaciones privadas, las exportadoras del agro liquidarán unos u$s400 millones durante noviembre —apenas u$s20 millones diarios—, una cifra insuficiente para estabilizar el mercado.
La oferta de divisas podría mejorar hacia diciembre y enero con la cosecha fina, aunque el verdadero alivio llegaría recién entre marzo y abril, con la gruesa. Mientras tanto, el dólar sigue sostenido por la escasa oferta privada y las expectativas de cambio en el régimen.
“El dólar se mantiene en niveles elevados porque no hay oferta privada; el agro adelantó todas sus ventas”, explicó el economista Juan Manuel Tellechea.
Desde el Banco Central, su vicepresidente Vladimir Werning confirmó que se priorizará la compra de divisas para fortalecer reservas, como parte de un plan para remonetizar la economía.
El presidente Javier Milei, por su parte, evitó precisar plazos, aunque reiteró que el avance de esa estrategia dependerá de la estabilización macroeconómica y de que la demanda de dinero acompañe el proceso.





