Florería “Flower” cumplió ayer 44 años y es uno de los comercios más completos del rubro que perduran en la ciudad y en el tiempo. Para Sofía Bogado Krakovieski (78), su propietaria, “eso es producto de la constancia y de la voluntad. Gracias a Dios y a la Virgen, no me puedo quejar. Vivo de la florería, al igual que mi familia. En esta época difícil podemos decir que seguimos viviendo de este negocio”, celebró.
Además de las flores más bellas y coloridas, nacionales e importadas, el local de calle Ayacucho 2447 se completa con toda clase de plantas: de parques, de interior, con flores, plantines, tierra, fertilizantes, macetas (rotomoldeadas y de cerámica), cristalería. También comercializa macetas con verduras y especies (perejil, cebollita, menta, orégano, albahaca) favoreciendo que sus clientes puedan tener una huerta en la casa, en un balcón, en una maceta. “No nos falta nada”, dijo, al tiempo que agregó que el asesoramiento, muchas veces tan necesario, es algo que siempre está presente.
“Enseñamos a quienes nos solicitan, aunque muchos se guían con los tutoriales de internet, que no es lo mismo que una clase presencial. En todo lo que podemos ayudar, asesorar, nos ocupamos. Hacemos servicio de plantación y algo de mantenimiento, aunque por estos días, la mayoría se mide en los gastos”, contó, aunque está segura “que volverán esos tiempos. Todo vuelve. Hay que tener voluntad y fe, en uno mismo y en la gente. Acá siempre estamos al pie del cañón, abrimos a las 7 y cerramos a las 21, pero cuando me llaman, sea la hora que fuera, estoy dispuesta a atender a los clientes”.
Acompañada de su hermana Delia y de su sobrino, recordó que “siempre colaboro con ramos para los estudiantes. Por ejemplo, a los que participan de la Estudiantina y realizan la elección de reina de todos los colegios, no tengo preferencia”.
Destacó el éxito de las flores amarillas en los días de primavera de este año. “Hasta las pintábamos para tener disponibles. Vendimos muchísimas. Nuestros productores tendrán que tener muchas de ese color para el año que viene. Si bien las personas grandes no las compran, entre los niños y jóvenes, es un fenómeno. Están embelesados con eso”, señaló.
Bogado Krakovieski aseguró que 44 años de permanencia en el mercado “me producen mucha alegría. Trato bien a la gente, siempre contenta, soy auténtica y sencilla. Para mí ser humilde, accesible, es lo mejor que hay. Eso lo aprendí de la vida, porque yo empecé a trabajar a los siete años, vendiendo verduras en la calle. Ese lugar te enseña a vivir, a querer y a respetar. Cuando me ven por ahí, las personas me manifiestan su cariño, se levantan a saludarme. Donde vaya, quien sea. Para mí todos son iguales. Ninguno vale más, ni menos”.
Con los años de experiencia, Bogado Krakovieski tiene esperanzas “que vamos a salir, esto no es nada. La gente tiene que aprender a quererse y a trabajar, a querer a su familia, a no ser tan materialista y a disfrutar con lo que hay, con lo que tenemos”.










