Un yaguareté fue captado por el fotógrafo Pablo Cabrera en el Portal San Nicolás, en los Esteros del Iberá, y podría tratarse de un individuo aún no identificado por el equipo técnico de Rewilding Argentina. De confirmarse, significaría la incorporación de un nuevo integrante a la población silvestre de la especie en Iberá, que actualmente alcanza alrededor de 40 ejemplares.
Este avistamiento no solo refleja la majestuosidad del felino más grande de América, sino también el resultado del trabajo sostenido de Rewilding Argentina y de todas las personas e instituciones que impulsan la recuperación del yaguareté y de su hábitat natural.
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La presencia del yaguareté en una zona donde ya habitan otros ejemplares es una señal de vida, equilibrio y movimiento natural de la especie. Además, representa una oportunidad para fortalecer las acciones de conservación y seguir fomentando la conciencia ambiental sobre su importancia.
Como depredador tope, el yaguareté cumple un rol ecológico esencial: regula las poblaciones de otras especies y mantiene el equilibrio de los ecosistemas donde vive. Su regreso y permanencia en el Iberá son indicios de un ambiente sano y funcional.
Conservar al yaguareté es conservar la vida silvestre y el equilibrio natural que sostiene la biodiversidad del país. Cada registro reafirma que protegerlo es también una forma de cuidar nuestro propio futuro.






