A comienzos de octubre del 2023 a la vera de la ruta 13 cerca de El Soberbio, un adulto mayor fue golpeado, cortado y apuñalado, por un hombre que lo atacó para robarle sus escasas pertenencias. El sindicado autor fue detenido y si bien tenía fecha para ser juzgado por el crimen, decidió declararse culpable antes del juicio.
Se trata de Agustín Nilson Agostini (52), quien estaba acusado de haber asesinado a Darci Pablo Keller de 64 años. Este imputado iba a ser juzgado en las próximas semanas en el Tribunal Penal de Oberá, luego de que tuviera que agendarse una nueva fecha para que se sentara en el banquillo a responder la acusación por ese homicidio.
En los últimos días el representante de Ministerio Público Fiscal subrogante ante ese Tribunal, ofreció a Agostini y a su defensor un acuerdo para abreviar el juicio y evitar una pena que podría ser mayor aún a la que le fue planteada en caso que fuera a debate.
Ante el cúmulo de material probatorio en su contra el acusado aceptó declararse autor penalmente responsable de los delitos de “homicidio simple seguido de robo, amenazas agravadas por el uso de arma y lesiones leves en concurso real”. Firmó una condena de 12 años de prisión por esos hechos.
El acuerdo será evaluado por los jueces del Tribunal y de haber conformidad será homologado con una sentencia.
En lo que refiere a la muerte de Keller, la investigación comenzó minutos después de la medianoche del 6 de octubre del 2023, cuando el hijo de la víctima fue a la comisaría de El Soberbio a pedir ayuda puesto que hacía horas no sabía nada de su padre.
Relató que Darci había salido de su casa ubicada en el kilómetro 6 de la ruta provincial 2 en la mañana del día anterior. Como lo hacía habitualmente, caminaba hasta la casa de uno de sus hijos, ubicada en el kilómetro 19 de la ruta provincial 13.
La comisaría dispuso la búsqueda de este hombre pero resultó que horas antes ya había un sospechoso demorado en averiguación de ilícito.
Efectivos de una patrulla lo encontraron cuando caminaba a la vera de la ruta 13 en el kilómetro 8. Le preguntaron hacia dónde iba, su nombre y si podía exhibirles lo que llevaba en la mochila. Les llamó la atención que la ropa que vestía, de camuflaje tipo militar tenía manchas de sangre. Portaba dos mochilas. En una había un DNI que no era suyo, además de una muda de ropa. En el otro bolso un machete casero corto y una hoja cuchillo tipo tramontina con manchas color escarlata.
Cuando el hijo de Keller dio el nombre de su padre, supieron que el que habían demorado muy probablemente tenía que ver con la desaparición.
Rastrillaron la zona donde lo detuvieron y encontraron cuerpo de la víctima. Tenía heridas en brazos, rostro y piernas pero principalmente en el pecho. Keller habría intentado resistirse.








