El nivel de dolarización durante este octubre ya puede considerarse un récord. La dinámica da cuenta de un escenario sorpresivo, en medio del respaldo histórico del Tesoro de Estados Unidos, que incluye la intervención directa en el mercado de cambios argentino con la “compra de pesos”.
Pero, ajeno a las señales de respaldo que llegan desde el norte, el mercado cambiario argentino continúa mostrando alta tensión, con niveles récords para la cotización del dólar. A tal punto hay tensión, que el ministro de Economía, Luis Caputo, centró su exposición de este miércoles ante empresarios en aclarar que el lunes, cualquiera sea el resultado electoral, la política cambiaria se mantendrá, con las controversiales bandas de flotación.
“No va a haber ningún cambio al esquema actual”, dijo Caputo.
El problema es que el mercado sigue presionando por una devaluación y una libre flotación del tipo de cambio, que lleva al Banco Central a vender divisas. En tanto, el tipo de cambio oficial mayorista cerró este miércoles a $1.488,42, equivalente a una caída del $1,89 (-0,13%). Se ubica apenas a $3 de distancia del techo de la banda de flotación, que actualmente está en $1491,56.
Es que, a pesar de las palabras de Caputo, en el mercado existe coincidencia en que la semana próxima, cualquier sea el resultado, habrá cambios que podrían terminar impactando sobre el esquema cambiario. En este escenario, el dólar oficial minorista se mantuvo estable a $1.515 en el Banco Nación. Si se le suma el 30% a cuenta de Ganancias por viajes o compras en el exterior, el dólar tarjeta ya cotiza a $1.969.
La presión cambiaria es adjudicada por expertos a la cobertura de posiciones por parte de los argentinos antes de las elecciones. Además, la demanda de divisas subió por importaciones adelantadas y por la búsqueda de cobertura de individuos. Los tipos de cambio financieros arrancaron la rueda a la baja, pero a medida que transcurrieron las primeras operaciones del día, la tendencia se revirtió. El dólar MEP cotizó a $1.592,48, una suba de $0,91 frente al martes (+0,1%). En cambio, el dólar contado con liquidación (CCL) avanza $4,80, para alcanzar por primera vez los $1612,49 (+0,3%).
En tanto, el blue se negocia a $1.550, unos $5 por encima del cierre anterior (+0,3%). Se trata del valor nominal más alto registrado.
Fiebre por el dólar, en la previa de las elecciones
La presión cambiaria impulsó la cotización del dólar, de nuevo, hacia el techo de la banda. Y esta presión sobre el tipo de cambio se da en medio de una desconfianza y falta de expectativas sobre lo que viene después del próximo domingo.
Las cuentas son elocuentes:
• Desde principios de mes hasta el miércoles 15 (último dato disponible), la cantidad de depósitos bancarios en pesos del sector privado (empresas e individuos) cayeron de $100,5 billones a $92,07 billones.
• La baja de esas colocaciones alcanzaron los $8,43 billones en apenas dos semanas. Equivalen al 8,4% del total de depósitos del sector privado.
• Al tipo de cambio promedio de la última quincena, alrededor de $1.400, ese monto equivale a unos US$ 6.000 millones. Una corriente dolarizadora récord para los últimos tiempos.
• En simultáneo, los depósitos bancarios del sector privado en dólares crecieron en US$ 1.269 millones.
• Pasaron de US$ 33.852 millones a US$ 35.061 millones.
• La pregunta es dónde fueron los restantes dólares. La diferencia entre la dolarización y el crecimiento de los depósitos en dólares (siempre del sector privado) fue de unos US$ 4.700 millones.
• Lo más apropiado supone que ese volumen de dólares fue al colchón o bien a cuentas en el extranjero.
El economista Amílcar Collante, que monitorea los números al detalle, evalúa que esta dolarización da cuenta de “una enorme caída en la demanda de pesos. Nadie los quiere. Todos buscan una cobertura ante el desenlace del resultado electoral. La incertidumbre es total”, dice en diálogo con iProfesional.
Expectativas negativas y medidas que no alcanzan
Ninguno de los últimos anuncios del Gobierno logró enfriar las expectativas negativas de los inversores. A diferencia de lo sucedido en México 1995 -cuando el solo anuncio del salvataje estadounidense sirvió para estabilizar la economía-, acá en Argentina, con Scott Bessent, no alcanzó.
El mercado está convencido de que después de las elecciones del domingo vendrán modificaciones en el régimen cambiario y ni Javier Milei ni el compromiso de Donald Trump con Argentina lograron doblegar al mercado.
La dolarización es muy fuerte, y se va potenciando con el correr de las jornadas. Tampoco alcanzó con las últimas medidas anunciadas: ni la futura recompra de la deuda en dólares ni el swap por US$ 20.000 millones a cargo del Tesoro estadounidense; ni tampoco la coordinación de cuatro bancos de Estados Unidos para conseguir otros US$ 20.000 millones colmaron las expectativas de los inversores.
En este contexto tan complicado, los medios internacionales especializados publican análisis muy negativos sobre la economía local.
“Es poco probable que la desinflación basada en el tipo de cambio de Javier Milei funcione. Está al borde del fracaso. El dinero ofrecido puede salvar a algunos fondos de cobertura. Pero no salvará a Argentina. Lo que se necesita restaurar es la estabilidad y el crecimiento económicos del país”, se explayó en su edición del martes el londinense Financial Times.
El banco BNP Paribas, por otro lado, anunció a sus clientes que salían de sus posiciones en el mercado argentino. “Argentina: Salida de nuestra posición larga en USDARS”, tituló su reporte. “Como nuestra posición USDARS ha alcanzado el nivel de stop-loss, estamos saliendo de la posición a 1465, registrando una pérdida del 8,1% (US$ 1,2mn)”, destacó la entidad en su reporte de las últimas horas. “Creemos que a pesar de un marco macroeconómico débil en el mediano plazo, y bajo ciertas condiciones, un camino de ARS más débil es inevitable en los próximos meses”, concluyó el banco.
“Si las elecciones salen mal, el dólar no tiene precio”
El economista, Ricardo Arriazu, afirmó que hasta las elecciones del próximo domingo el Gobierno hará “lo imposible para que el tipo de cambio no se dispare porque es la clave para del programa económico” y advirtió que con un resultado adverso se acaba la ayuda de Estados Unidos y se dispara el dólar. “El domingo se define si seguirá el apoyo de Estados Unidos o no, lo cual cambia todo”, remarcó el economista.
Escenarios
Arriazu habló ayer en una cumbre del sector asegurador y marcó que desde el domingo se abrirán dos escenarios.
Si el gobierno “consigue un tercio de los legisladores se mantiene el apoyo de Estados Unidos y la economía cambia de la noche a la mañana”.
“Si no consigue el tercio dudo que Estados Unidos siga apoyando porque el apoyo no es para gastar sino para enfrentar deudas de corto plazo”.
Añadió que “si las elecciones salen mal para el gobierno se acaba la ayuda de Estados Unidos y el dólar se va vaya a saber a qué precio”.
El profesional que siempre se mostró afín al Gobierno se mostró en contra de la banda de flotación y marcó una serie de errores que se produjeron en los últimos meses.
Arriazu consideró que “el Gobierno puede aguantar una corrida con recursos propios y con el apoyo de Estados Unidos es un paseo” y afirmó que “vale la pena pagar la pulseada para que la gente tenga dudas cuando quiera intentar una corrida”.
Además, afirmó que la deuda es del 19% del PBI, lo cual es manejable, pero señaló que como Argentina es un “estafador serial” le piden que “muestre la plata”.
Arriazu también destacó que el Gobierno envió al Congreso un presupuesto razonable, pero que nadie mira “porque todos están mirando el dólar”. Aclaró que los supuestos del proyecto son coherentes en el marco de un buen resultado electoral para el gobierno. Arriazu insistió que Argentina no debe ir a una devaluación sino atacar su costo de producción.







