Si bien en agosto el sistema financiero argentino siguió aumentando su exposición crediticia al sector privado, con una participación de los préstamos a empresas del 23,9% y del crédito a familias del 19,8% sobre el activo total del conjunto de entidades del sistema, la morosidad siguió aumentando hasta ubicarse en el nivel más alto desde diciembre de 2023, el mes en que asumió el actual gobierno.
“El ratio de irregularidad del crédito al sector privado alcanzó 3,7% a nivel sistémico en agosto, aumentando 0,5 puntos respecto al mes anterior. El indicador de mora de los préstamos a las familias totalizó 6,6%, mientras que para el financiamiento a las empresas se ubicó en 1,4% en el período”, dice el informe publicado por la autoridad monetaria.
Los atrasos en el pago de créditos prendarios crecieron 0,4 puntos hasta llegar en el octavo mes del año a 4,3% del total, marcando así un pico para la serie iniciada en 2010.
En lo que va del año, la irregularidad en estas líneas crediticias acumula un aumento de 0,7 puntos porcentuales. De todos modos, la morosidad del sistema está dentro de los márgenes de previsión precisa el informe: “El saldo de previsiones totales del sistema financiero representó 108% de la cartera en situación irregular y 4% del saldo de crédito total al sector privado”.
Por moneda
Al desagregar por monedas, el financiamiento en pesos se ubicó en 34,1% del activo (0,2 puntos más que en julio), mientras que la relación entre los préstamos en moneda extranjera y el activo total del sistema fue del 9,6%. Esto es, casi uno de cada diez pesos de crédito del sistema está nominado en dólares.
En términos interanuales, precisa el informe, el crédito al sector privado acumuló un aumento de 13 puntos: el segmento en pesos aumentó 7,7 puntos el segmento en moneda extranjera lo hizo en 5,3 puntos porcentuales. El resumen ejecutivo del informe destaca que la actividad de intermediación financiera con el sector privado continuó creciendo, con un aumento del 0,7% del saldo real (esto es, descontada la inflación) del crédito al sector privado en pesos, completando así un crecimiento del 56% interanual.
La comparación de cifras revela la fuerte desaceleración de la actividad crediticia en los últimos meses, a medida que se fueron encareciendo las tasas de interés.
El sector más dinámico fue el de créditos con garantía real, segmento en el cual se incorporaron en agosto unos 4.200 nuevos deudores de crédito hipotecario, hasta sumar 38.000 en los últimos 12 meses.
Depósitos
En cuanto a los depósitos, el saldo real en pesos se redujo 0,9% respecto a julio (aunque creció 15,5% interanual), concentrado en los depósitos a la vista. En cambio, los depósitos a plazo aumentaron en términos reales.
Por otra parte, el ratio de liquidez en pesos que contempla solo las disponibilidades se ubicó en 17,9% de los depósitos en moneda nacional a nivel agregado, 3,3 puntos más que en julio “en el marco de las modificaciones implementadas sobre la normativa de efecto mínimo”.
Y el indicador amplio de liquidez en pesos totalizó 40% de los depósitos en la moneda reduciéndose 3,6 puntos respecto de julio. En cuanto a la liquidez en moneda extranjera, la relación fue de 55,6% de los depósitos en divisas.
En los doce meses hasta agosto, subraya finalmente el BCRA, “el conjunto de entidades presentó resultados positivos -integrales y medidos en moneda homogénea-, equivalentes a 0,7% del activo y a 2,9% del patrimonio neto.
En el caso de las empresas, la irregularidad fue del 1,4%, lo cual implicó una suba mensual de 0,2 p.p. En este caso se trató de la cifra más alta desde inicios de 2024. Sumando familias con empresas, el porcentaje fue del 3,7%, 0,5 p.p por encima del dato de julio.
Los salarios no acompañan la suba de tasas de interés
Vale recordar que, durante el octavo mes del año, la tasa nominal anual (TNA) de los préstamos personales arrojó un promedio del 74%, una cifra muy por encima de la inflación esperada para los próximos 12 meses. La situación no cambió en los meses siguientes, dado que en septiembre, y lo que va de octubre, el rendimiento se ubicó mayoritariamente por encima del 80%, alcanzando un pico diario de 87%.
Para colmo, en los últimos días las tasas de los instrumentos financieros de cortísimo plazo, como las cauciones y los repos, volvieron a dispararse debido a la falta de liquidez y el apetito por el dólar, en la previa de las elecciones legislativas y la incertidumbre respecto del acuerdo con EEUU.
Si bien la intervención del BCRA y el Tesoro amortiguó los retornos, no se vislumbra un escenario favorable a una reducción en el costo del endeudamiento. Paralelamente, los salarios reales no muestran una tendencia a recuperar el deterioro sufrido en los últimos años. Si bien los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) mostraron para julio la tercera mejora consecutiva en los ingresos de los trabajadores registrados en el sector privado, los mismos se mantuvieron debajo del último pico de febrero (que ya era bajo en términos históricos).
Además, el director de la consultora C-P, Federico Pastrana, identificó que lo reportado por el SIPA está teniendo cierta divergencia con lo acordado en los convenios colectivos. Según su mirada, “eliminar la negociación colectiva atentaría especialmente contra los salarios bajos y medios”, mientras que los sueldos más elevados estarían siendo mejorados por fuera de las paritarias, lo cual empuja hacia arriba el promedio que publica del SIPA.
A partir de septiembre de 2023, el sector privado comenzó a registrar una reducción neta en la cantidad de puestos de trabajo, un proceso que se intensificó durante el primer trimestre de 2024. Luego, hacia el cierre de ese año, se registraron señales de estabilización y una leve recuperación.
Sin embargo, en la primera mitad de 2025, la cantidad de empleos mostró oscilaciones, con alzas y bajas alternadas, lo que resultó en un nivel de empleo comparable al observado en diciembre de 2024.
Créditos restringidos
Según un relevamiento de First Capital Group, en base a datos del Banco Central, el saldo de los créditos en moneda local al 30 de septiembre fue de $82,8 billones. Esto significó una mejora real mensual de apenas 0,6%, el segundo peor dato desde marzo de 2024, solo superado por el de agosto de este año.
Entre los préstamos comerciales, el financiamiento con tarjetas de crédito y los préstamos personales explicaron más del 80% del total.
En el segmento comercial se verificó el tercer retroceso real consecutivo. “Este segmento de la cartera ha experimentado el alza más importante de la tasa activa, en términos relativos, por consiguiente los tomadores reaccionaron con mucha cautela, cancelando compromisos y no renovando operaciones dentro de sus posibilidades. Además, se restringió en gran medida la oferta de nuevos financiamientos ante la incertidumbre que se generó sobre el nivel de tasas y la liquidez en los próximos meses”, explicó al respecto Guillermo Barbero, socio de First Capital.
Asimismo, en el segmento de personales se observó una variación positiva real de apenas 0,2%, transformándose así en el peor dato desde marzo del año pasado. “Este mes observamos un brusco freno en las colocaciones en términos reales, que es más destacable aún pues este rubro es uno de los que más crecieron durante los últimos 18 meses”, dijo sobre esta línea Barbero, luego de remarcar el efecto de la suba de tasas y la cautela en la oferta por los mayores niveles de morosidad.









