La angustia de una familia y la movilización de la Policía de Misiones se disiparon durante la madrugada de este domingo con un final feliz. Agustín (8) y Emanuel (12) fueron hallados sanos y salvos luego de que se activara un amplio operativo de búsqueda en Oberá. La razón de su prolongada ausencia era simple: los niños se habían quedado a dormir en la casa de un amigo sin dar aviso a sus padres, un hecho que generó una alarma masiva que duró casi seis horas.
La alarma se encendió en la noche del sábado, cuando los padres de los menores, vecinos del barrio Copisa, radicaron la denuncia en la Comisaría Tercera. Los niños habían salido por la mañana con la intención de pescar a orillas de un arroyo cercano y, al caer la noche, no regresaron a sus hogares, temiendo que algo malo les hubiera ocurrido.
De inmediato, la fuerza provincial activó un vasto operativo de rastrillaje que se extendió durante toda la madrugada. Distintas divisiones y grupos especiales se internaron a pie, con la oscuridad de la noche, en zonas de monte y terrenos boscosos a lo largo de un arroyo de caudal fuerte y aguas turbias. La búsqueda abarcó un perímetro de más de cinco kilómetros, revisando chacras y senderos tanto río arriba como abajo.
Cerca de las 3 de la madrugada de este domingo, el operativo fue desactivado luego de que la madre de uno de los niños se comunicara con los efectivos para informar que ambos habían regresado a sus domicilios por sus propios medios, aclarando que la prolongada ausencia se debió a que habían pasado la noche en casa de un conocido, un detalle que olvidaron mencionar a sus progenitores.








