Mauricio Mercol (70) falleció durante las últimas horas y tras 19 años de luchar por el esclarecimiento del homicidio de su hijo Iván (22) el 19 de marzo de 2006 en un boliche de esta capital y contra los reveses que sufrió su salud.
En diciembre de 2016 le dijo a PRIMERA EDICIÓN: “Hasta acá llegamos, ya hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance, nos sentimos defraudados por la Justicia. El STJ no respetó un juicio impecable donde hubo dos condenados por matar”. El caso con características similares al de los rugbiers que atacaron a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell (enero de 2020), tuvo sentencia hace 11 años, el 17 de octubre de 2014.
Sebastián Ruiz y Diego Cantallops fueron condenados a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo por la muerte a golpes, le rompieron el bulbo raquídeo al estudiante de ciencias económicas en la salida de un local bailable (Power).
En diciembre de 2016, el Superior Tribunal de Justicia respondió a las apelaciones de los condenados y bajó la pena a tres años de prisión en suspenso por el mismo delito. Tanto Ruiz como Cantallops fueron acusados por “homicidio preterintencional” (artículo 81 del CPA) con penas previstas entre tres y seis años de prisión.





