Después de años de demoras y contratiempos, el proyecto del puente internacional que unirá las localidades de San Javier (Misiones) y Porto Xavier (Brasil) finalmente avanza con la firma del contrato de obra por parte del Gobierno brasileño. El secretario de Turismo de Porto Xavier, Ovidio Kaiser, confirmó que el acuerdo con la empresa adjudicataria ya fue formalizado y calificó el momento como “una etapa vencida” después de un largo proceso marcado por imprevistos y gestiones diplomáticas.
Durante una entrevista con FM Santa María de las Misiones, recordó que el proyecto atravesó numerosos obstáculos desde 2022, cuando se firmó el primer contrato en Brasil con la empresa que había ganado la licitación. Sin embargo, la adjudicataria no logró sostener su situación financiera. “Firmamos un contrato en Brasil con la empresa que venció la licitación de ese mismo puente. La empresa fue contratada, tuvo problemas financieros, fue decretada en falencia, no tuvo plata para seguir, falló la obra”, relató con pesar.
Esa situación obligó a suspender la ejecución del proyecto y a esperar hasta marzo de 2025, cuando se pudo anular el contrato y convocar a una nueva licitación. Kaiser recordó que fue un período de incertidumbre que definió como un “enorme azar” y una “falta de suerte inimaginable” en una obra de carácter binacional. “Hoy tendríamos que estar invitando a la gente de Misiones para la inauguración del puente al final del año, pero no es más”, lamentó, aunque enseguida destacó la actitud de quienes impulsan el proyecto. “Somos persistentes, aquí se llama de resilientes, no desistimos nunca”, expresó con optimismo.
La nueva licitación se realizó en marzo y reunió a ocho empresas internacionales. Según relató el secretario, una constructora italiana resultó ganadora. “Es una empresa que tiene cincuenta años de trabajo en el mercado común europeo, con más de cuatrocientos puentes en su currículo”, precisó. El funcionario explicó que la firma cuenta con una sucursal en Brasil desde 1998, cuando ejecutó obras en el estado de Mato Grosso, y que actualmente forma un consorcio con otras cuatro compañías, cada una especializada en una etapa diferente del proceso constructivo.
Una vez adjudicada, la empresa avanzó hacia la firma del contrato, que estuvo lista para concretarse en junio, pero el procedimiento se demoró por cuestiones diplomáticas. Kaiser relató que se produjo un desacuerdo dentro de la Comisión Binacional Argentina–Brasil, responsable de coordinar el proyecto. “Brasil hizo la licitación en Brasilia y no comunicó a la comisión de este paso importante”, explicó. Esa omisión provocó reclamos de los representantes argentinos, quienes recordaron que el puente “se va a construir mitad en Brasil y mitad en Argentina” y que ambos países debían garantizar cada detalle.
El impasse diplomático se prolongó durante más de cuatro meses, entre junio y octubre, hasta que finalmente se resolvió. “Fue reconocido por la diplomacia brasileña y ahí comenzó la discusión”, relató Kaiser. En ese contexto, destacó el acompañamiento de Misiones y de las autoridades locales. “El intendente de San Javier, el Gobierno provincial y la Cámara de Diputados trabajaron, cerraron contactos con Buenos Aires y pidieron que se acelere el proceso”, afirmó.
El funcionario explicó que la presión política y las gestiones conjuntas lograron destrabar la firma del contrato. Hace pocos días se concretó una reunión entre las delegaciones de ambos países, en la que participaron representantes de Cancillería y de la empresa constructora. Kaiser participó del encuentro de manera virtual, invitado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, y confirmó que allí se deliberó “autorizar la firma del contrato mientras se discuten otros aspectos”.
Entre los puntos pendientes se encuentran los espacios del futuro centro de frontera, donde funcionarán las oficinas de Aduana, Migraciones, Agricultura y los organismos sanitarios de control, que estarán ubicados del lado brasileño. Aclaró que esa parte se resolverá mediante una nueva licitación, ya que “las empresas que construyen puentes y asfalto no construyen edificios”.
Kaiser detalló que la licitación actual comprende únicamente el viaducto principal, mientras que los accesos y las áreas de servicios formarán parte de una etapa posterior. En cuanto a los plazos, estimó que la obra completa demandará tres años de ejecución. “Es una obra dura, compleja”, afirmó, aunque aclaró que la empresa “cree que si no falta plata, en dos años se concluye”.
El funcionario señaló que el inicio efectivo dependerá de la actualización de licencias ambientales y de las desapropiaciones de terrenos del lado brasileño. También explicó que el contrato se firmó bajo el sistema Régimen Diferenciado de Contratación Integrado (RDCI), lo que permite desarrollar en paralelo las tareas de ingeniería, gestión ambiental y expropiaciones. “Si todo va bien, en julio del año que viene empieza”, anunció. Respecto de los plazos, Kaiser afirmó que la empresa estima tres años para concluir la obra completa, aunque podría finalizarse en dos si no surgen dificultades económicas.




