La misionera Karina Salvatierra es docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la UNaM e investigadora del CONICET. E integra un grupo de investigadores del CONICET que analiza el cultivo de la yerba mate y su sorprendente capacidad para inhibir la replicación del virus del dengue.
Este estudio podría abrir nuevas posibilidades para el uso de la yerba mate, esta vez como herramienta en la lucha contra el dengue. Los extractos de la planta muestran una capacidad para inhibir la replicación del virus, lo que podría convertir a este producto típico de la región en un potencial antiviral natural.
La idea es desarrollar un antiviral, a base de yerba mate -abundante en Misiones y Corrientes- que pueda consumirse en polvo o en pastillas. No una vacuna, de igual manera se transformaría en una importante herramienta de prevención tratamiento contra el dengue.
La doctora en Biotecnología, Magister en Biología Molecular, Celular y Genética, Magister en Medicina y Cirugía Tropical y Bioquímica dialogó con la FM 89.3 Santa María de las Misiones sobre el avance de este estudio.

“Cuando regresé a Misiones hubo un brote epidémico de dengue, allá por 2015-16; y en base a eso comencé a hacer investigaciones para la búsqueda de un antiviral”, indicó.
A partir de ahí “empezamos a buscar principios activos o bien llamados metabolitos que puedan estar presentes en plantas autóctonas medicinales de la región. Haciendo investigaciones y varios ensayos vimos que había un metabolito, ‘un flavonoide’, que está presente en algunas plantas medicinales y que también se encuentra en la yerba mate”, destacó la investigadora misionera.
Salvatierra agregó: “En el caso de la yerba mate fue una idea muy buena, ya que tenemos muchas plantaciones”, ya que somos productores. Entonces, añadió que fueron buscando “un valor agregado a lo que es el tradicional consumo ya sea como mate, tereré o mate cocido”.
“Después de ver que este flavonoide se encontraba en la hoja de la yerba mate, hicimos el ensayo de obtener ese compuesto a partir de lo que se llama un extracto de ese metabolito, de la hoja de la yerba mate. Eso se hizo en la Agencia Misionera Innovación; ente que nos atendió y aportó en este proyecto, el cual ya fue presentado también”, describió.
No obstante, el ensayo y estudio no se detuvo ahí, ya que “una vez obtenido el extracto de este metabolito, en formato de polvo, fuimos al ensayo in vitro a través del cultivo celular, donde se puso en contacto al virus del dengue para que se empieza a replicar en células y ahí se puso al extracto en diferentes concentraciones para determinar en qué fase detenía el crecimiento del virus del dengue”.

La doctora Salvatierra describió tras el ensayo realizado que “vimos afortunadamente de que inhibe el crecimiento del dengue”. Eso quedó demostrado en el laboratorio y ahora la próxima fase es poder obtener ese metabolito a gran escala, para avanzar con la investigación.
En referencia a ese paso, la especialista contó que “ya hicimos ensayos de citotoxicidad para verificar que el metabolito no sea tóxico para el consumo humano. Eso se hace con una dosis respuesta y ahí se ve: qué concentración se debe consumir, para que uno tenga la respuesta a lo que busca y no sea tóxico al humano”.
” La idea es poder comercializado en polvo o en cápsulas y ese sería el ensayo final, el cual se haría más extenso porque son varios ítems burocráticos que debemos pasar, hasta que sea aprobado por la ANMAT”, adelantó Salvatierra.
Por último, la investigadora remarcó que “si todo va bien, debería estar finalizando como mucho dentro de un año y medio. Si recibimos la financiación faltante y hacemos todos los ensayos, debería ser en ese tiempo. Si se puede antes, mejor, pero es lo que se estima como máximo”, cerró.








