Desde el inicio de la temporada 2025/2026 de mayor riesgo de brote de dengue en el país, que comenzó en la última semana de julio, Argentina confirmó 6 casos, 3 de ellos sin antecedente de viaje (1 en Buenos Aires y 2 en Formosa). En ese período, Misiones reportó 34 casos febriles sospechosos y todos fueron descartados por laboratorio.
Si se compara la cantidad de casos registrados en 2022/2023 y 2023/2024, hay un descenso sostenido en el número de contagios. Por eso, hasta el momento, se proyecta una temporada con baja circulación viral y brotes de alcance limitado.
No obstante, según advirtieron desde el Ministerio de Salud de la Nación, transitamos días claves, con condiciones climáticas que favorecen la proliferación del Aedes aegypti, vector responsable de la transmisión del virus. Durante los meses más cálidos y húmedos del año, que comprenden la primavera, el verano y parte del otoño, aumenta la población del mosquito y, consecuentemente, se generan condiciones para la ocurrencia de brotes.
Según los especialistas, octubre es un mes clave ya que es cuando suelen empezar a reportarse más casos en el NEA y el NOA, con propagación posterior hacia la región Centro y mayor intensidad de transmisión.
“Empezamos a tener muchos más mosquitos”
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el director de Vigilancia y Control de Vectores de la Municipalidad de Posadas, Fabricio Tejerina, confirmó que, debido a las actuales condiciones favorables para la reproducción (lluvia y temperaturas cálidas), “empezamos a tener mucha más cantidad de mosquitos”.
“Estamos en etapa de prebrote, por lo cual si viene una persona enferma de otro lado, los mosquitos pueden contagiar a otras personas sanas”, explicó.
Tejerina señaló que el Aedes aegypti se está adaptando cada vez más al frío, extendiéndose a zonas como el sur de Buenos Aires o La Pampa. En Misiones, donde el clima es subtropical y húmedo todo el año, la población del vector disminuyó en invierno, pero nunca dejó de detectarse. “Tenemos que seguir trabajando para disminuir los criaderos”, insistió.
El funcionario recordó la importancia del compromiso ciudadano: “Tenemos que tomar esto como una medida de salud para cuidar a nuestra familia. Cada vez que llueve debemos recorrer el patio, vaciar baldes, limpiar portamacetas y cambiar el agua de las plantas cada dos días”.
Además, advirtió que “si hay mosquitos, significa que a menos de 50 metros hay un criadero”, que puede estar en tu casa o en la del vecino.
Casas abandonadas, un problema persistente
El director de Control de Vectores admitió que faltan herramientas legales para ingresar a casas abandonadas, donde suelen encontrarse criaderos.
“A veces los vecinos reclaman por los mosquitos, pero al lado hay una casa vacía llena de recipientes con agua. Necesitamos una herramienta legislativa y jurídica que nos permita entrar y eliminar esos focos infecciosos”, señaló.
Tejerina contó que recientemente participó de una capacitación en Córdoba, donde se endurecieron las medidas contra los propietarios con criaderos.





