En tiempos donde la cocina casera recupera protagonismo y la conciencia sustentable gana terreno, las milanesas, un clásico menú argentino por excelencia, también se reinventan. Ya no hace falta freírlas en aceite para lograr una textura dorada y crujiente. ¿El secreto? Un ingrediente común que todos tienen en la alacena de casa.
Lejos del exceso de grasa y del olor a fritura, las milanesas al horno se convirtieron en una alternativa saludable, práctica y económica. Pero muchas veces, al sacarlas del horno, el resultado no convence porque quedan pálidas, blandas o sin ese toque de sabor irresistible al paladar.
El truco infalible para que eso no ocurra está en un paso simple: agregar una cucharada de maicena al pan rallado. Este ingrediente, presente en casi todas las alacenas, absorbe la humedad del rebozado y genera una capa seca y firme que, al hornearse, se vuelve crocante como si hubiera pasado por la sartén.
Además, la maicena potencia el dorado natural de las milanesas, sin necesidad de frituras ni exceso de aceite. Lo ideal es mezclar una parte de maicena cada cuatro partes de pan rallado, sumar condimentos a gusto como pimentón, ajo en polvo o perejil picado, y pasar la carne o las verduras por huevo batido antes del rebozado.
Cocinar de manera más sustentable también implica reducir el consumo de aceite, que suele desperdiciarse tras cada fritura. Usar el horno o la freidora de aire no solo es más saludable, sino que también reduce la huella ambiental en la cocina. Además, evita el descarte de aceite usado, uno de los principales contaminantes del agua doméstica.
¿Cuál es el tiempo ideal para obtener las milanesas deseadas?
Las milanesas pueden colocarse sobre una placa aceitada o con papel manteca para evitar que se peguen. Se recomienda hornearlas a 220 °C durante 15 minutos de cada lado, hasta que el rebozado esté firme y dorado. Para que sean aún más crocantes, se puede rociar con aceite en spray o pincelar con aceite de oliva.
Otra ventaja de esta preparación es su versatilidad. La técnica sirve tanto para milanesas de carne vacuna o de pollo como para versiones vegetarianas a base de berenjena, calabaza o soja. En todos los casos, el rebozado con maicena mantiene la textura crujiente sin alterar el sabor original.
Recomendaciones para lograr las mejores milanesas al horno
Usar pan rallado casero: conserva mejor el sabor y la textura.
Incorporar una cucharada de maicena cada 4 cucharadas de pan rallado.
Condimentar bien el rebozado antes de usarlo.
Dejar reposar las milanesas rebozadas unos minutos antes de hornear.
Hornearlas a temperatura alta y girarlas a mitad de cocción.
Evitar usar demasiado aceite: con un spray o pincelado es suficiente.
Usar freidora de aire: reduce el tiempo de cocción a la mitad, pero hay que controlar el dorado.
Dato extra: la mejor guarnición para milanesas es acompañar con ensaladas frescas o puré para una comida equilibrada y sabrosa. Aunque las papas fritas siguen siendo el complemento perfecto para los más clásicos.
Este pequeño truco casero combina lo mejor de dos mundos: la textura irresistible de una milanesa frita y el espíritu sustentable de una cocina más consciente. Un gesto simple, con un ingrediente cotidiano y una nueva manera de disfrutar lo clásico sin renunciar al sabor ni al planeta.
Fuente: Agencia de Noticias NA





