Las denuncias por fraudes vinculados a compras digitales en conocidísimas plataformas se multiplican en Misiones según un informe elaborado por la oficina de Defensa del Consumidor, desde donde se advirtió que “hay un vacío legal que desampara los compradores de bienes o servicios importados y los deja solos frente a la pantalla”.
“Si una persona compra en un sitio que no tiene domicilio en la República Argentina no podemos hacer nada: Shein, Temu, UBER, Didi…, no tienen domicilio en el país. Entonces, todos los usos de los servicios que ofrecen, que no son otra cosa más que relaciones de consumo, al comprador no le va a quedar otra que a cruzar los dedos para recibir lo que pidió porque no tiene garantía y tampoco a quien reclamarle”, aseguró categórico Alejandro Garzón Maceda, titular de la oficina de Defensa del Consumidor al advertir sobre el fenómeno.
Según Garzón Maceda, “las redes sociales se convirtieron en un espacio habitual para que los usuarios cuenten experiencias de pérdidas económicas, demoras interminables o productos que nunca llegan, pero en nuestras oficinas tampoco pueden hacer más que catarsis, ya que hay un vacío legal”, insistió.
“Detrás de esa tendencia de importar ropa o artículos de Asia crece una modalidad de estafa difícil de desarticular ya que los sistemas de compra directa al exterior no cuentan con representación local ni cobertura en organismos de defensa del consumidor”, amplió el funcionario, quien remarcó: “No hay convenios ni herramientas legales para actuar sobre empresas que no tienen domicilio en el país. en esos casos los consumidores están desprotegidos”.
“Estas plataformas nuevas ofrecen precios muy bajos, pero el problema es que si el producto no llega o viene dañado, o lo que llega no es lo que se compró, no hay con quién reclamar”, explicó el especialista durante una larga charla con este Diario. Según indicó, la trama se vuelve bastante compleja cuando además esos sitios utilizan pasarelas de pago internacionales sin trazabilidad local, lo que impide realizar denuncias efectivas.
“El fenómeno se amplificó con la popularización de servicios de paquetería y tiendas que prometen entregas en pocos días desde China, Estados Unidos o Europa. Sin embargo, los reclamos ante el sistema provincial de protección al consumidor no pueden prosperan”, lamentó Garzón Maceda.
Cada vez más sofisticados
“Estamos viendo una sofisticación enorme en los fraudes. Ya no se trata del típico mensaje de Whatsapp o de una llamada, sino de sitios perfectamente diseñados, con pasarelas de pago aparentemente seguras y logística simulada. El engaño se perfeccionó”, detalló el analista.
“El ciudadano misionero no sabe a quién recurrir. La comisaría no puede investigar a una empresa radicada en otro país, y Defensa del Consumidor no tiene competencia. En la práctica, el caso muere ahí”, resumió el experto.
Los bancos también enfrentan reclamos. Muchos usuarios descubren movimientos sospechosos en sus tarjetas tras realizar compras en plataformas no verificadas. Aunque las entidades recomiendan operar solo en sitios seguros, el atractivo de los precios bajos y la publicidad dirigida en redes sociales impulsan el riesgo.
“El nuevo rostro del fraude digital combina el deseo de ahorro con la falta de regulación. Mientras tanto, el consumidor paga el costo de un sistema que no lo protege”, reflexionó Garzón Maceda.
Tips de seguridad
En Misiones, la recomendación de la oficina de Defensa del Consumidor es clara: lo mejor es evitar compras en plataformas que no tengan representación en el país, luego verificar siempre la dirección web, no ingresar datos bancarios ante solicitudes externas y revisar a fondo los términos de servicio antes de realizar pagos internacionales. “Hasta que no haya acuerdos de protección al consumidor a nivel internacional, cada usuario está solo frente a la pantalla”, concluyó el especialista, sintetizando una preocupación que crece rápidamente entre los compradores inexpertos.





