Un docente y preceptor en un colegio privado de Posadas, en jurisdicción de la comisaría Segunda de la Unidad Regional I, fue detenido este martes por orden del juez de Instrucción 1, Juan Manuel Monte (subrogante) tras las denuncias de, al menos dos, madres de adolescentes de 14 y 15 años a quienes habría acosado sexualmente a través de redes sociales, principalmente con cuentas en Instagram.
El aprehendido tiene 30 años y fue identificado y ubicado por pesquisas de la Dirección Cibercrimen de la Policía provincial.
Progenitores de una de las víctimas se presentaron el lunes ante las autoridades del Instituto Génesis y las alertaron acerca del grooming a dos menores compañeras de curso a quienes les pedían fotografías a través de la red social mencionada.
El intercambio de imágenes que solicitaban era con poses de desnudez. Las adolescentes habrían detectado que el presunto perfil a nombre de una mujer, en realidad escondía al educador bajo sospecha y que las acciones no habrían sido las primeras sino que ya acarreaba actos similares con otros estudiantes.
El mismo lunes, por la tarde, el señalado como autor fue apartado de sus funciones en el colegio privado y los directivos no interfirieron que los padres fueran a denunciar lo sucedido en la comisaría respectiva.
En el primer caso fue en la seccional Segunda de la avenida Tambor de Tacuarí casi Rocamora. La segunda denuncia, de acuerdo a las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, se radicó en la comisaría Sexta, también de la UR-I.
Vale agregar que en el caso de las familias que denunciaron el grooming (artículo 131 del CPA), las menores advirtieron de inmediato los movimientos del acosador, principalmente los registros que obtuvieron de las conversaciones o chats.
Siempre sobre lo que se denunció hasta el momento, en las charlas que mantenía el acosador con las menores les insinuaba o hurgaba sobre actos sexuales con la supuesta intención de tomar conocimiento si las menores tenían algún tipo de experiencia en ese sentido.
En los chats quedaría en evidencia el acoso consumado con inapropiados comentarios y pedidos a las víctimas.
Las mismas fuentes resaltaron que los padres que denunciaron el hecho actuaron a tiempo respecto a que las adolescentes no accedieron a lo que les pedía el acosador. Pero no descartan que otras menores sí hayan sido engañadas y enviado imágenes.





