En un giro político y productivo, Corrientes decidió volver a ocupar un lugar activo en el directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
Por instrucción del gobernador Gustavo Valdés, el ministro de Producción, Claudio Anselmo, participará de las reuniones con el compromiso de fortalecer la institucionalidad y potenciar la promoción del producto en el mercado interno y externo. La medida marca un quiebre en la postura histórica de Corrientes, que durante años mantuvo distancia del organismo en sintonía con grandes grupos industriales como Las Marías, reacios a la fijación de precios de la materia prima. Ese alejamiento dejó a Misiones prácticamente en soledad en la defensa de los valores de referencia para productores y secaderos.
El regreso se da además en un contexto político complejo: Valdés se distanció del Gobierno nacional y busca reforzar vínculos con el sector productivo y con la región. La movida también coincide con la insistencia misionera en que la Nación designe un nuevo presidente para normalizar el funcionamiento del INYM. Sin embargo, la noticia despertó escepticismo en Misiones. Productores y dirigentes locales advirtieron que la reincorporación correntina “trae más dudas que certezas”. El exdirector del INYM por la Producción, Jonas Petterson, sostuvo que Corrientes “fue parte del proceso de debilitamiento del Instituto” y dudó de que el regreso tenga un espíritu genuino: “Me cuesta creer que vuelven con buena fe. Sus actitudes hacia los productores fueron nefastas”.
Otros referentes señalaron que la falta de hoja verde compromete a las industrias correntinas y que esa necesidad coyuntural podría estar detrás del cambio de postura. Jorge Skripczuk, de la Asociación Impulso Yerbatero, se preguntó: “¿Será que la falta de materia prima les hizo cambiar de parecer o es efecto de la lucha misionera?”.
La reincorporación de Corrientes al INYM, después de años de ausencia, abre un nuevo capítulo en la disputa por el rumbo del mercado yerbatero. Para algunos se trata de un gesto político hacia la región; para otros, apenas una jugada oportunista en un escenario marcado por la escasez y la tensión con la Nación.










