La Cámara de Representantes de Misiones sancionó el jueves dos leyes con fuerte impronta productiva y de diversificación económica. Por un lado, se aprobó la creación del Régimen Legal para el Desarrollo de la Producción Ovina y Caprina, iniciativa presentada originalmente por los exlegisladores Jorge Ratier Berrondo y Natalia Rodríguez. Por otro, se dio luz verde a la ley que crea el Programa de Fomento para la Producción de Hidromiel, propuesta impulsada por la diputada Sara Butvilofsky.
Con ambas normas, el Parlamento provincial refuerza una línea de trabajo que viene ganando espacio en los últimos años: ampliar las alternativas productivas, generar valor agregado en origen y acompañar a los productores con herramientas concretas que integren financiamiento, capacitación y articulación institucional.
Ovinos y caprinos
El nuevo régimen legal para la producción ovina y caprina se plantea como una política integral. Según explicó en el recinto el diputado Mario Vialey, la ley crea el Programa de Desarrollo Territorial de la Producción Ovina y Caprina, con el objetivo de “contribuir al desarrollo integrado, al valor agregado, a la capacitación permanente, a la comercialización y al consumo de estos productos”.
Entre los beneficios contemplados se destacan apoyos económicos, subsidios no reintegrables, créditos blandos, asistencia técnica y sanitaria, mejora genética y mecanismos de articulación con organismos provinciales y nacionales. Además, se promueve la incorporación de ovinos en yerbales y teales, como estrategia de diversificación en chacras donde ya existen cultivos tradicionales, sumando proteína animal a la dieta local y nuevas oportunidades de ingresos para las familias rurales.
La ley también contempla incentivos fiscales: quienes inviertan en infraestructura o en vientres reproductivos estarán exceptuados de ciertos tributos. A ello se suma el impulso hacia la certificación orgánica y la instalación de salas de faena e industrialización, lo que permitirá formalizar y dar mayor escala a una producción que hasta ahora se encontraba atomizada y en muchos casos sin canales de comercialización estables.
“Con esta herramienta el Gobernador podrá acompañar a nuestros productores, brindando asistencia técnica, genética y también financiera”, subrayó Vialey durante el debate parlamentario.
Hidromiel

La segunda norma sancionada apunta a la cadena apícola. A partir de la iniciativa de la diputada Sara Butvilofsky, se creó el Programa de Fomento para la Producción de Hidromiel, bebida alcohólica fermentada a base de miel que se perfila como un producto identitario con proyección de mercado.
El programa prevé capacitaciones, asistencia técnica en toda la cadena productiva -desde el manejo de colmenas hasta la industrialización y el marketing-, articulación con universidades e institutos tecnológicos y líneas de financiamiento específicas para emprendedores.
En sus fundamentos, Butvilofsky remarcó que “la hidromiel es una alternativa de diversificación que permite dar un nuevo destino a la miel producida, favoreciendo la generación de valor agregado y la inserción de Misiones en un mercado con potencial de crecimiento”.
Durante la sesión, la legisladora agregó que la norma “se construye sobre capacitación y asistencia técnica en toda la cadena, desde el cuidado de las colmenas hasta la promoción en ferias y concursos, impulsando la diversificación y el valor agregado”.
Diversificación productiva
Las dos leyes se inscriben en una agenda de mediano y largo plazo que busca consolidar a Misiones como una provincia con una matriz productiva diversificada, menos dependiente de los vaivenes de la yerba mate o el tabaco, y con más alternativas de desarrollo para los pequeños y medianos productores.
La sanción unánime refleja el consenso político en torno a estas iniciativas, que no solo apuntan a la rentabilidad, sino también a mejorar la calidad de vida de las familias rurales, generar empleo en el interior, aprovechar mercados en expansión y fortalecer la identidad misionera a través de nuevos productos.
Con el marco legal en vigencia, el desafío será ahora la implementación efectiva de los programas, el acompañamiento técnico en el territorio y la consolidación de cadenas de valor que puedan sostenerse en el tiempo.





