Empleados de Industrias Montecarlo atraviesan un conflicto grave: acusan a la empresa de una deuda salarial millonaria que supera los cuatro millones de pesos, mientras la dirección niega estos atrasos y sostiene que los sueldos están al día. Esta discrepancia se profundizó esta semana cuando los trabajadores fueron intimados a presentarse a trabajar en 24 horas, pero se encontraron con las puertas cerradas.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones el delegado de los trabajadores, Denis Guayuan, denunció que “recibimos un telegrama del apoderado de la planta, donde nos intima a que volvamos a trabajar dentro de las 24 horas o estábamos en abandono de trabajo”. Aseguró que terminado el periodo de suspensión, se presentaron pero “la planta estaba cerrada y no nos dejaron trabajar”.
Sobre la deuda salarial, “nos dicen que tenemos el sueldo al día, que es mentira todo lo que estamos diciendo, que no nos presentamos a trabajar y nos intimaron a volver. Ahora estamos acá y las puertas cerradas”. Rechazó la dicho por la empresa y resaltó que “no nos pagaron ni un centavo y nos consideramos como abandonados”. Con una deuda supera los dos meses, remarcó que entre los 9 empleados ya les adeudan “entre cuatro y cinco millones de pesos”.
Añadió que la orden para negarles el ingreso provino de “un encargado llamado Lionel, distinto al que firmó la intimación”, lo que genera confusión y contradicciones en la comunicación empresarial. Asimismo, “el patrón no pone la cara y los encargados se contradicen entre ellos”, acusó.

Los trabajadores enviaron una nota reclamando pago y respuestas, pero sólo recibieron una propuesta informal de pagos en cuotas que nadie acepta, pues no garantiza nada, aclaró Guayuan.
Ante la incertidumbre, planifican una olla popular y asamblea para organizar medidas y aguardan una intervención del Ministerio de Trabajo. “Nos sentimos impotentes y angustiados, nadie nos da respuestas claras y esto afecta a nuestras familias”, concluyó el delegado.
El conflicto se inscribe en una crisis estructural del sector forestoindustrial en Eldorado, afectado por la caída de ventas, incrementos de costos y competencia con productos importados. Los trabajadores, suspendidos de manera sorpresiva a mediados de agosto sin preventiva de crisis, sobreviven con asistencia gremial y social mientras la empresa permanece paralizada.








