Con una jornada cargada de juegos, música y emoción, el Hogar de Día de esta ciudad celebró ayer 16 años de trabajo como espacio de contención y acompañamiento para niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, ofreciendo asistencia alimentaria, acompañamiento educativo, atención médica y actividades recreativas.
La directora del hogar, Andrea Segovia, precisó a PRIMERA EDICIÓN que actualmente un promedio de 80 menores se acercan al hogar, que cuenta con un equipo de cerca de 70 trabajadores para cubrir las demandas de las familias y llevar adelante iniciativas de extensión comunitaria, como operativos de salud, entrega de medicación y un ropero solidario.

Restituir derechos, un desafío diario
El Hogar de Día abrió sus puertas en 2009 y actualmente ofrece varias líneas de asistencia y contención para menores y familias vulnerables. La asistencia alimentaria es el punto de partida para el trabajo de contención: el hogar ofrece desayuno, almuerzo, colación y merienda a cerca de 80 niños, niñas y adolescentes que “vienen varias veces por semana, algunos a contraturno desde la escuela y otros todo el día”, precisó la directora Andrea Segovia.
Otra demanda importante es el acompañamiento educativo, que brindan a través de clases particulares, un aula satélite y una escuela para adultos. También acceden a atención médica y psicológica, talleres formativos y actividades deportivas y recreativas.
“Estamos muy contentos de poder brindar a los niños, niñas y adolescentes un espacio seguro y de contención donde puedan desarrollarse de manera plena. Las familias saben que cuentan con este espacio y también tratamos de brindarles capacitaciones y aprendizajes para la vida”, agregó Segovia.
Mariel Sbardella, farmacéutica que se desempeña en el área de salud, valoró que el Hogar de Día es un lugar para la restitución de derechos, desde la identidad, hasta el transporte y un espacio seguro. “Hay personas que llegan sin DNI, entonces desde acá se le tramita, se articula para hacer trámites como la SUBE o ANSeS y atendemos casos de violencia, en los que interviene la Justicia”, contó.
Sobre la atención en salud, destacó la provisión gratuita de medicamentos y el seguimiento con atención pediátrica, que se complementan con la asistencia alimentaria. “Muchos chicos la única comida que tienen es la del hogar. Por eso tratamos de que acá tengan todo, de contenerlos desde lo económico y lo emocional. Si no tienen ropa, le conseguimos por donación, traemos de nuestra casa, lo que haga falta”, aseguró.
Durante la fiesta de aniversario, el hogar “se llena de chicos, los ves corriendo, cantando, les ponemos música, tienen talleres. Y así tienen más libertad de hacer lo que tienen que hacer, que es jugar”, sintetizó Sbardella.
Trabajo con la comunidad
Además del acompañamiento en el hogar, el equipo desarrolla otras iniciativas abiertas a la comunidad, para ampliar el margen de acción a otras partes de la capital. Los días miércoles y jueves realizan operativos externos de salud con entrega de medicamentos, vacunación, atención médica y nutricional.
Para Sbardella, estas acciones marcan la diferencia para familias de barrios más alejados de la ciudad, que por los costos de transporte y tiempo no pueden asistir hasta el hogar.
“Vemos mucha necesidad. En los barrios nos encontramos con situaciones límite, la gente está muy necesitada y eso repercute mucho en el nivel educativo, por ejemplo. También es una población muy vulnerable en cuanto a la alimentación, que come mal, mucha harina, poca verdura, entonces el aporte nutricional es bajo”, explicó la farmacéutica.









