“Yo sí confío en mis hijos”, es una frase que se repite mucho en los consultorios, contó la psicóloga especializada en infancias y adolescencias, Macarena Koderer. Sin embargo, advierte que esto no siempre es suficiente para el vínculo.
En ese marco, “no es lo mismo confiar en tus hijos, a que tus hijos confíen en vos. Eso es clave. Como papás deberíamos preguntarnos: ¿qué haría mi hijo si se enfrenta a una situación incómoda? ¿Vendría a contármelo a mí?”, planteó.
La psicóloga remarcó en una entrevista con la FM 89.3 Santa María de las Misiones que la generación de vínculos de confianza entre el adolescente y sus padres, requiere de presencia y escucharse, especialmente de los adultos y en los momentos críticos. “La primera reacción que tenemos como papás frente a una situación complicada es fundamental. Eso define si la próxima vez nos van a buscar para contar algo o no”, insiste la profesional.
Para Koderer, es fundamental la forma en que los padres se comunican con sus hijos, incluso empezando desde las preguntas más básicas. “Cuando llegan del colegio, lo primero que solemos preguntar es: ‘¿Cómo te fue?’. Y eso a veces suena a interrogatorio. En cambio, una pregunta como ‘¿Cómo te sentiste hoy en la escuela?’ abre otra puerta, invita a contar desde otro lugar”, explica.
En la adolescencia, los chicos buscan refugio en sus amistades, porque temen decepcionar o ser juzgados. “Callan muchas cosas por miedo a cómo vamos a reaccionar. A veces, si les preguntamos de forma individual, se cierran. Y no es algo personal, es propio de la edad. Están buscando independencia, pero también necesitan un adulto presente, que escuche, que sea su lugar seguro”, expresó.
Otro de los errores frecuentes que cometen los padres es desestimar lo que los hijos cuentan, con frases como “no es para tanto” o “ya va a pasar” pueden parecer tranquilizadoras, pero terminan invalidando o minimizando la problemática de los chicos.
“Si te lo está contando, es porque para él sí es importante. Desde su perspectiva, sí es para tanto. Y si yo, como papá, no valido eso, la próxima vez no me lo va a contar”, asegura Koderer. Y desaconseja compararlos con hermanos, primos o amigos, porque cada chico es distinto.
El desafío como padres de adolescentes es aún mayor en estos tiempos, por eso la especialista recomendó estar siempre cerca, ya sea con charlas o acciones que refuercen la confianza total.




