El proyecto de Presupuesto 2026 que presentó días atrás el presidente Javier Milei incorpora cambios sustanciales en materia de financiamiento educativo, ya que propone eliminar la obligación de destinar al menos el 6% del PIB a educación y derogar la meta progresiva del 1% del PIB para ciencia y tecnología.
Además, las proyecciones del Ejecutivo apuntan a disolver el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional (establecido en la Ley 26.058), que actualmente garantiza un aporte mínimo del 0,2% de los ingresos corrientes del presupuesto nacional a escuelas técnicas y programas de formación de esa modalidad.
La responsable de la Subsecretaría de Educación Técnico Profesional de Misiones, Sandra Wozniuk, se refirió en diálogo con PRIMERA EDICIÓN al crítico escenario que atraviesa la ETP por el congelamiento presupuestario, con valores que no se actualizan desde 2023, y aseguró que “realmente preocupa el hecho de que haya un recorte todavía más fuerte, porque debilitaría mucho la formación de calidad a la que apuntamos”.

Financiamiento congelado y proyecciones 2026
Para detallar el panorama actual que atraviesa la educación en términos de financiamiento, Wozniuk señaló que la prórroga del Presupuesto 2023 durante los últimos dos años planteó severas complicaciones, en especial la formación técnica, debido a la inversión estatal activa que necesita la modalidad.
“Las escuelas técnicas requieren financiamiento por un sinnúmero de cuestiones, infraestructura, reparaciones menores, entornos formativos en condiciones, insumos y equipamiento de calidad, que estén en consonancia con las ofertas que impulsamos”, explicó Wozniuk.
El artículo 52 de la Ley de Educación Técnico Profesional sancionada en 2005 crea el Fondo para la Educación Técnico Profesional con ese objetivo, y también establece como piso mínimo de inversión el 0,2% de ingresos corrientes del presupuesto nacional aprobado.
En cifras, Wozniuk detalló que este año, de los 250.000 millones de pesos que representan ese piso mínimo (y, por ley, obligatorio), la ETP recibió 42 000 millones, apenas un 16,8%. La presentación del nuevo presupuesto no mejora el panorama: en el proyecto el monto asignado no llega al 7%, se ubica en el 6,2%.
“Es un recorte importantísimo. De 293.000 millones que nos corresponderían (en el nuevo presupuesto), están establecidos 18.000 millones. Es muy poco y hay que distribuirlo a lo largo y ancho de todo el país, a todas las escuelas para mantener los talleres, los entornos formativos”, aseguró Wozniuk.
En ese sentido, alertó que “este proyecto de presupuesto plantea en el artículo 30 la derogación de los artículos que hacen referencia al financiamiento en educación en nuestro país, lo que no solamente toca a la educación técnica, sino también el artículo 9 de la Ley de Educación Nacional, la 26.206”, que establece el piso mínimo del 6% del PIB.

Formar profesionales para el mundo productivo
Wozniuk señaló que, por su impronta formativa, el sostenimiento de la ETP implica no solo inversión en infraestructura, sino también la compra de maquinarias e insumos, tareas de mantenimiento, actualización de herramientas y, sobre todo, la creación de entornos formativos seguros y de calidad.
En ese sentido, recordó que “en gestiones anteriores las escuelas adquirieron equipamiento valioso, incluso a través de una línea de crédito fiscal”, pero que ello no es suficiente “para sostener todo el aparato que requiere una formación de calidad”, dijo.
Además del mantenimiento y la actualización de maquinaria, se requieren “las capacitaciones a nuestros docentes y estudiantes porque nuestras ofertas formativas tienen que estar a la altura de las demandas del sector productivo, y eso no se hace si no es con financiamiento”, agregó la subsecretaria.
La oferta formativa de la ETP requiere también del acompañamiento continuo de prácticas y proyectos innovadores que surgen en las escuelas técnicas y agropecuarias, pero también en los Centros de Formación Profesional.
“Hay una articulación muy importante entre las escuelas y el entorno, la comunidad, ya sea a través del vínculo con el municipio, o con las empresas, porque nuestros estudiantes realizan prácticas profesionalizantes en la industria”, valoró Wozniuk.
“La idea es que nuestros estudiantes reciban la mejor formación posible y que se puedan insertar con solvencia, con autonomía en el mercado laboral y el sector socioproductivo.
Nosotros formamos para el mundo del trabajo. Y eso requiere mucho trabajo y un acompañamiento en términos financieros que no se puede minimizar ni podemos pensar en que pueda faltar”, aseveró la funcionaria.
Actualmente, detalló que algunas escuelas “con suerte pueden comprar insumos” y que el impacto “es tremendo por la cantidad de estudiantes que tenemos, con las rotaciones, con el uso y circulación constante, eso no puede estar ausente”.

Oferta y matrícula
La ETP en Misiones se caracteriza por una oferta diversa, sobre todo en la rama educativa de nivel secundario.
En esa línea, Wozniuk recordó que “cada oferta de formación en la escuela secundaria, desde Automotores, Aeronáutica, Química, Electromecánica, hasta Maestro mayor de obras, requiere sus entornos formativos adecuados y correspondientes”.
De acuerdo a los últimos datos de la Secretaría de Educación nacional, en el sistema de ETP de la provincia funcionan 74 escuelas de nivel secundario, 23 de formación agropecuaria, 42 institutos de nivel superior, y 45 Centros de Formación Profesional, distribuidos en 60 municipios.
Además, este año se observó un leve aumento en la matrícula, que alcanzó los 19.100 estudiantes en la secundaria técnica o agropecuaria media, y que “por primera vez superó el 40% en inscripción de mujeres en la ETP”, que rozó el 43%.
“Hay cada vez más mujeres que se suman a las ofertas técnicas y eso es importante destacarlo”, cerró Wozniuk.









