La jornada legislativa que revirtió en la Cámara de Diputados el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario y a la emergencia sanitaria se vivió con intensidad tanto en Posadas como en Buenos Aires. En la capital misionera, la plaza congregó a docentes, alumnos, egresados, organizaciones sociales y gremios que se movilizaron con la expectativa puesta en lo que se debatía en el Congreso.
Cristian Garrido, decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM, valoró el acompañamiento de los legisladores y el respaldo ciudadano. “Muy contentos por lo que pasó la tarde del día de hoy porque finalmente se logró que el veto se revierta”, expresó en FM de las Misiones apenas finalizado el acto en Posadas, donde destacó la presencia de numerosos sectores. Subrayó que fueron varias cuadras de manifestantes que soportaron el calor con entusiasmo, convencidos de que lo que estaba en discusión es la continuidad del sistema universitario público.
El decano sostuvo que desde la universidad buscaron dialogar con representantes misioneros y que los órganos de gobierno de la institución habían reclamado expresamente el apoyo a la norma. Explicó que la sanción permitirá contar con mayor certeza sobre los recursos disponibles a partir del próximo año y que lo fundamental es garantizar que los jóvenes puedan ingresar, permanecer y concluir sus carreras.
Ver esta publicación en Instagram
Garrido advirtió que el desfinanciamiento afectó la investigación, la extensión y las becas, tanto las Progresar como las estudiantiles de promoción científica. Recordó que muchas de ellas se redujeron en número y que los montos quedaron congelados, lo que repercutió directamente en la permanencia de los estudiantes. “El deterioro es notable y lo que está en juego es la calidad de la formación universitaria”, afirmó.
A pesar de las dificultades, aseguró que la Facultad logró estimar recursos para sostener las políticas estudiantiles hasta noviembre, con comedor funcionando diariamente y clases regulares. Reconoció que la pérdida del poder adquisitivo docente supera el cien por ciento desde que asumió el actual gobierno, pero valoró la decisión de continuar con todas las actividades como una forma de resistir y defender la educación pública. También rechazó la campaña de desprestigio contra las universidades y remarcó que “marchas como la de hoy muestran que la universidad pública y la educación en la Argentina siguen teniendo un amplio apoyo”.
La palabra del Garrahan
En paralelo, desde Buenos Aires, también en FM de las Misiones, el jefe de terapia intensiva del Hospital Garrahan, Mauro García, resaltó que la ratificación del financiamiento al centro de referencia pediátrico fue un alivio. “Hoy es un día para marcar”, aseguró, al recordar que la institución sufrió meses de cuestionamientos y debió recurrir al Congreso tras no obtener respuestas del Ejecutivo. Para él, lo ocurrido representa la defensa de treinta y ocho años de historia y de una salud pública de excelencia.
El médico reconoció que resultó incómodo tener que explicar a la sociedad la importancia del Garrahan, aunque remarcó que el respaldo social fue masivo. Mencionó que una encuesta de Córdoba arrojó un 94 por ciento de valoración positiva de la tarea del hospital. Sin embargo, denunció que en las últimas semanas se habían desarmado equipos y que los profesionales se estaban yendo.
En el caso de la ley de emergencia pediátrica, la votación resultó con 181 afirmativos, 60 negativos y una abstención. Allí, los cuatro legisladores del Frente Renovador de la Concordia —Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik— respaldaron la insistencia junto con la oposición mayoritaria. El radical Martín Arjol, cercano a la Casa Rosada, votó en contra y se alineó con el oficialismo nacional. El PRO Martín Bianchetti sorprendió al emitir su voto afirmativo, en sentido contrario a lo que se esperaba de un dirigente aliado al gobierno. La única ausencia misionera en ese momento fue la de Florencia Klipauka (LLA), que no pudo llegar a la sesión debido a la cancelación de un vuelo desde Posadas.
Sobre el rol de los legisladores misioneros, García admitió que hubo preocupación al observar que en anteriores votaciones se habían pronunciado en contra o se ausentaron. Comentó que incluso se contactó con dirigentes de la provincia y que se hizo presión para que reconsideraran su postura. Finalmente valoró que “los diputados que reflexionaron” apoyaran la continuidad del financiamiento y que el pueblo de Misiones reconociera la necesidad del Garrahan para miles de pacientes. No obstante cuestionó al “radical con peluca” Martín Arjol por su voto en contra.
De todos modos, advirtió que la situación sigue siendo crítica. Dijo que el hospital atraviesa un “sangramiento” y que la aprobación fue apenas un torniquete que no resuelve la crisis. Pidió que el Senado trate con urgencia la norma porque el personal continúa con salarios insuficientes y resulta cada vez más difícil sostener el trabajo multidisciplinario de los 4.700 empleados.






