Mientras Olga Margarita Padilha Leite se recupera de las lesiones de arma blanca y de fuego que sufrió el sábado pasado a las 8.30 en la despensa a la que le dedica todo su esfuerzo como empleada en el barrio Alecrín de San Antonio, su expareja y un hijo de éste son buscados por los investigadores de la UR-XII, aunque se baraja que habrían cruzado a Brasil.
La comerciante fue intervenida quirúrgicamente en el hospital SAMIC de Eldorado donde la operaron principalmente para las suturas de los cortes que sufrió en el cuello, de quince centímetros de largo en la parte anterior y los demás son tres en el brazo izquierdo y en el índice derecho.
Vale aclarar que ayer se le diagnosticó que está fuera de peligro pero que su vida la mantuvo de milagro porque el corte en el cuello no fue más profundo y afectó arterias centrales y el disparo le daño superficialmente el parietal izquierdo, aunque la bala quedó alojada en el cráneo. Padilha aportó datos amplios sobre lo sucedido, horarios, lugares y acciones.
Señaló que fue amenazada por un joven de ojos claros, cabello negro con claritos rubios, y quien la engañó primero con la intención de comprar un desodorante y luego dirigiéndola hacia el sitio donde se hallaba una heladera con pollos. Allí extrajo un arma de fuego y la obligó a tirarse al piso boca abajo luego de advertirle: “Esto es un asalto”.
Cuando sacó un cuchillo y se lo apoyó en el cuello, la mujer comenzó a luchar por salvarse. En el forcejeo recibió un disparo y las heridas cortantes.
Logró salir a pedir auxilio a la calle mientras el atacante se subía a una moto tipo enduro negra y desparecía raudamente. Estableció luego la víctima que sospecha de su expareja e hijo de él, quienes residen en San Antonio pero tienen una orden de prohibición de acercamiento hacia ella.
